Hasta marzo del 2018, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha reportado 82 casos de tentativa de feminicidio y 32 de feminicidio.
Redacción y video: César Gozzing
Foto: Natalia Tamariz
El pasado jueves 3 de mayo, María Elizabeth Fernández Flores (30) se convirtió en otra víctima de violencia contra la mujer, luego de ser acuchillada en el interior de un centro financiero en Miraflores por parte de su ex pareja, Luis Roberto Pasos Chumo (31). Mientras tanto, el 9 de mayo Frida Santoza Chumbe Condori (44) fue asesinada dentro de su hogar, en San Juan de Lurigancho, por su pareja Juan Luis Bautista Paliza. El asesino estuvo detenido hace 15 días por agresión pero fue puesto en libertad por las autoridades.
En lo que va del 2018 se han registrado 82 casos de casos de tentativa de feminicidio y 32 casos de feminicidio, según el MIMP. A pesar, que en nuestro país se han generado distintas campañas para erradicar la violencia contra la mujer, parece pasar inadvertido por una parte de nuestra sociedad.
Primeros síntomas del machismo
El psicólogo y Jefe de la Oficina de Psicología de Emergencias y Desastres del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú, Jaime Carrasco afirma que la violencia contra la mujer es un problema social que tiene como protagonista al machismo que está arraigada en la sociedad y en la misma cultura del hombre peruano.
Desde temprana edad, la misma sociedad se encarga de impartir roles y actitudes “a un niño, desde muy pequeño se le dice que no debe llorar. A los niños les están predisponiendo a decirle que la mujer si llora”, afirma. Esta clase de costumbres se vuelven cotidiana con el paso del tiempo y genera una distorsión en el rol del hombre creando un complejo de superioridad.
Amores que pegan y matan
Por lo general, las mujeres son víctimas de violencia y esta puede ser física, psicológica, verbal, entre otros. En el peor de los casos, el feminicidio es el desenlace final con la muerte violenta de la mujer, por parte de su pareja o ex pareja. “El agresor se aferra a una persona por un tema de inseguridad. La persona tiene mucha carencia de cariño debido que en su niñez no han tenido mucho afecto. Si encuentra el afecto en una persona se siente muy a gusto y ante el primer estímulo negativo pueden reaccionar violentamente”, comenta Carrasco.
Las causas de violencia contra la mujer se deben a que el hombre no soporta el sentimiento de rechazo o por celos enfermizos sobre una supuesta infidelidad “el hombre no agrede a la mujer por un sentimiento sino por una pasión. La agrede no porque la odie sino porque odia la acción. Ella me dice que no quiere estar conmigo, esa negativa hace que haya una disociación en la persona”, afirma Carrasco. Además, añade “en muchos de los casos la víctima ya ha sido agredida, con anterioridad, por la misma persona. En nuestro país, el castigador cree que la víctima se lo merece”.
Mujeres desprotegidas
Nuestra sociedad no está concientizada para pelear contra el maltrato a la mujer “la policía que es la encargada de protegernos, no está preparada para asistir a una persona que ha sido víctima de violación o agresión”, indica el psicólogo.
según Carrasco, las mujeres deciden callar sus agresiones porque no encuentran respaldo en el sistema judicial y en sus familiares. “muchas mujeres hacen su denuncia en la comisaria, meten preso al agresor, luego sale y la agredida retoma su relación con su agresor … a veces la víctima recurre a su mamá que le termina diciendo que la cachetada que ha recibido se lo merece por estar coqueteando con otros hombres”.