El Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima) advierte que no cuenta con el equipo operativo ni los recursos suficientes para satisfacer la demanda de intervenciones en las casonas. A la fecha, son trece inmuebles en los cuales se están realizando trabajos de emergencia.
Por Melina Vega y Alejandro Cardenas
Diseñan Alejandro Cardenas y Mariano Salas
A diario, la avenida Abancay luce aglomerada por comerciantes formales y ambulantes, peatones y una gran flota de buses ensordecedora que traslada a los pasajeros hasta el paradero Huallaga. Este se encuentra en un jirón con el mismo nombre, justo en el cruce con la avenida Abancay. Punto Seguido llegó hasta esa intersección y recorrió el jirón hacia la Plaza Mayor de Lima, desde donde solo basta caminar tres cuadras más para ubicar una casona en particular: La Piedra, un histórico inmueble del jirón Callao, en el Cercado de Lima. Allí vive Romina Sarmiento, una joven de 23 años que permanece en el lugar desde que nació, pero que, constantemente, teme por su vida.
“Me da miedo, porque no es un lugar seguro para habitar. [Sin embargo], uno ya se acostumbra por la misma necesidad. Aquí las personas continúan viviendo de esta forma sabiendo que hay riesgos, sabiendo que se puede desplomar todo en cualquier momento. Es por la misma necesidad. Ahora, algunas personas [también han] tratado de mudarse, pero regresan porque aquí tenemos un sitio donde están todos nuestros recuerdos”, expresó Sarmiento, quien se distraía con cada persona que ingresaba al recinto.
El colapso de La Piedra perjudicaría a más de 15 familias. Izquierda: exteriores de La Piedra. Derecha: Interior con grietas.
(Créditos: Alejandro Cardenas y Melina Vega)
Cerca de las cinco de la tarde del 09 de abril, René Rojas ingresó a La Piedra caminando junto a un niño. Ella es una mujer de 55 años y es la secretaria de la Asociación Solar que representa a esa casona: “Siempre hemos vivido con ese temor de que las paredes se puedan romper o algo por el estilo, pero muchos de nosotros no tenemos otro lugar a dónde ir. Así que debemos quedarnos aquí”, señaló.
Lo que Rojas planea es seguir viviendo en La Piedra. Por lo menos hasta el tiempo en que la “reubiquen”. Y no es la única que está esperando, pues algunos de sus vecinos también lo hacen. Para ella, se volvió un cuento la promesa de la restauración de las casonas del Centro Histórico de Lima: “Ahora, el nuevo alcalde [Rafael López Aliaga], supuestamente, ha dicho que va a tomar las casonas del Centro de Lima para renovarlas . Sin embargo, ya nos tienen con ese cuento desde la época de Susana Villarán”, manifestó Rojas.
Junto a otros miembros de su asociación y a la junta de una casona ubicada a la espalda del jirón Callao (La Casa de La Columna), la señora René planeó reuniones para llegar a un acuerdo con la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML). Desafortunadamente, las solicitudes de la Asociación Solar La Piedra no tuvieron respuesta.
“La última vez que vinieron a empadronar, acordamos reuniones junto a la quinta ‘Las Columnas’ –que está a la espalda– para hablar con la Municipalidad. Nadie venía a apoyarnos. Le dieron prioridad a la casona de atrás”, comentó la ocupante de La Piedra.
Recién en enero –recordó Rojas– Prolima colocó soportes de madera. “Lo hicieron tomándose algunos descansos. Comenzaron por la puerta delantera, ahora recién lo terminaron hace poco más de una semana. Ellos también nos dijeron que estos recursos son provisionales, pero más adelante ya nos pedirán retirarnos”, añadió.
La estancia de Prolima en La Piedra duró casi tres meses, según lo manifestado por ocupantes y vecinos del inmueble. Para los que viven allí, las autoridades aún deberían restaurar más la casona. Por su experiencia con Prolima, saben que el proceso para la intervención es lento. Mientras tanto, declaraciones como las de Sarmiento y Rojas demuestran que la incertidumbre por el futuro los agobia.
Las estadísticas preocupan
La Piedra no es la única casona que aún está en condiciones inestables y el jirón Callao no es el único tramo que alberga inmuebles deteriorados en el Centro de Lima. Muy cerca de allí, también se ubican otros jirones vestidos con casonas históricas en riesgo. Por ejemplo, Paruro, Santa Rosa, Hanta, Caylloma, Ayacucho, Áncash, Conde de Superunda y más. ‘Jironear’ –como dijeron algunos transeúntes con los que Punto Seguido se encontró– por allí también es asegurarse una expedición de recintos con fachadas despintadas, puertas rotas, balcones oxidados o carcomidos, con personas tendiendo ropa en los techos que parecen colapsar, y una que otra casona deshabitada con basura dentro. Para Sarmiento, es la otra cara de la moneda: mientras que el Palacio de Gobierno del Perú se levanta sobre un espacio atractivo para el turismo, cuadras al fondo hay un panorama sombrío conformado por descuidadas casonas.
Una de las instituciones que hizo pública su preocupación sobre este tema –durante el 2023– es la Defensoría del Pueblo. Lo hizo a través de la vocera Jessica Rodríguez, quien informó que la Gerencia de Gestión de Riesgo de Desastres declaró inhabitable a casi 1,000 inmuebles con alta probabilidad de colapso en el Centro Histórico. De acuerdo con dicha institución, alrededor de 900 de estos inmuebles tienen la condición de monumentos y 215 monumentos están declarados inhabitables.
Desde 1967 hasta el 2016, la Subgerencia de Renovación Urbana de la MML ha registrado 1138 predios con declaración de inhabitabilidad en Cercado de Lima. Del total de resoluciones de inhabitabilidad emitidas en ese distrito, el 73% se concentra en el Centro Histórico de Lima. Aquello se observa en el siguiente mapa:
Tras la revisión minuciosa del Plan de Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres del Cercado de Lima 2021-2023 (PPRRD 2021-2023), queda en evidencia que se han producido 80 derrumbes o colapsos de viviendas en el distrito entre el 2003 y el 2020. De acuerdo con este documento, en el 2015 se registró la cantidad anual más alta de colapsos, lo cual representa el 37,5% del total.
Entre las precisiones del PPRRD 2021-2023, se señala que la ocurrencia del peligro por derrumbe o colapso de viviendas se concentra principalmente en el Centro Histórico de Lima, con más del 50%. Esto se debe a la antigüedad y el mal estado de conservación que tienen las viviendas en esta zona.
“La mayor parte de ellas [casonas] fueron mandadas a construir por virreyes, entre el siglo XVI y XVII. Era la Lima virreinal, la que encuentras en jirones como Áncash, Ica o Azángaro. En la parte de Jirón de la Unión, principalmente, vivía gente de clase media alta o aristócratas ”, explicó el historiador Carlos Cano. “La poca frecuencia de lluvia y su baja intensidad influyó en que las casonas no fueran reforzadas para afrontar precipitaciones y humedad. Es así como estas viviendas se construyeron con quincha, adobe y canto rodado”, agregó.
A Prolima le falta manos y recursos
(Créditos: Melina Vega y Alejandro Cardenas)
Para el arquitecto Ricardo Rivera, quien conforma el equipo del Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima), existen dos caminos para atender una casona que necesita ser intervenida por los especialistas. En el primero, la función es exclusiva de Prolima; en el segundo, de los propietarios u ocupantes.
“[El primer camino] es que nosotros [Prolima] atendemos al inmueble de acuerdo con el riesgo que vemos y según una priorización. El segundo camino es que los propietarios mismos presenten un proyecto de intervención de emergencia hacia nosotros. Nosotros lo evaluamos y vemos que sea correcto. Después, lo ejecuta y le hacemos el seguimiento”, explicó Rivera.
“Priorización” es la palabra que el arquitecto de Prolima pronunciaba continuamente durante la entrevista en el jirón Conde de Superunda. Una pieza clave que dejaba entrever que el equipo con el que trabaja Rivera no cubría la demanda de intervenciones que requieren las casonas del lugar. Se trata de una versión que, en cuestión de minutos, cobró sentido.
“No tenemos un equipo ni materiales infinitos. Significa que tenemos que priorizar las atenciones de las emergencias. No podemos atender todos los inmuebles al mismo tiempo, porque no tenemos suficientes recursos y el Estado nunca los va a tener para eso”, lamentó el especialista.
Según el colaborador de Prolima, actualmente están realizando trabajos de emergencia en trece inmuebles ubicados en el Centro Histórico. Estas intervenciones se realizan tras la identificación de casonas en riesgo. Una de ellas es La Casa de La Columna, ubicada en el jirón Conde de Superunda, donde vive Rogelio Sifuentes, de 72 años. Alrededor de 1974, Sifuentes llegó a esta casona que fue parte del Convento de Santo Domingo. Pagaba un alquiler al propietario de ese entonces, pero dejó de hacerlo cuando este falleció.
“La mayor parte de las casonas fueron vendidas, abandonadas o sus dueños ya fallecieron. [Por eso], pasaron a ser propiedad de la municipalidad o de la Beneficencia”, declaró el historiador Cano para Punto Seguido.
Con cincuenta años viviendo allí, Sifuentes se ha convertido en uno de los ocupantes más antiguos del lugar. Fue testigo de la llegada de las más de cincuenta familias con las que comparte el patrimonio cultural. Sin embargo, también ha visto cómo la casona se ha deteriorado con el transcurso del tiempo: “Los balcones se han cambiado. Algunos estaban deteriorados, otros estaban fuera del pilar y se movían: había peligro”, dijo señalando en dirección a los obreros que estaban colocando ‘puntales’ debajo de los balcones en La Columna.
La intervención que Prolima está realizando en este inmueble está basada en el ‘apuntalamiento’. Este método consiste en colocar, debajo de los techos y balcones, listones de madera con un cabezal o ‘puntal’ triangular. Más arriba, este ‘puntal’ se conecta con otros listones horizontales llamados ‘soleras’. De esta forma, se refuerza la estructura de la casona y evita el colapso por un periodo estimado de tres años: “es una medida temporal», aclaró el arquitecto Rivera.
(Créditos: Alejandro Cardenas)
Tras mostrarle las imágenes de dicha medida temporal al ingeniero civil Luis Salcedo, este acotó que “tal apuntalamiento de las vigas son un apoyo adicional para que [la casona] no se caiga por gravedad”. Sin embargo, duda que soporte ante un “sismo de verdad”.
Pero no solo Prolima ayuda a restaurar el lugar, pues los mismos ocupantes también han realizado mejoras. No obstante, el arquitecto Rivera precisó que solo se puede hacer con asesoría de los especialistas, dado que, si derriban alguna parte de la pared o muro, es muy probable que la casona colapse. La versión de Rivera fue apoyada por el ingeniero Salcedo: “ese es el sistema de muros. Si tú picas muros, quitas resistencia”, manifestó. Advertencias como esta son las que los habitantes de La Casa de La Columna tomaron en cuenta.
“La Municipalidad de Lima declaró a La Casa de La Columna inhabitable en el año 2007, pero lo solucionamos con las mejoras y los reforzamientos que hicimos. Para las mejoras que hacemos, siempre nos comunicamos con Beneficencia”, enfatizó Rogelio Sifuentes, quien se desempeña como secretario de la junta directiva de dicha casona.
Los trabajos de emergencia como los que Prolima realiza, actualmente, en La Casa de La Columna, se enmarcan en el Plan Maestro, un “documento técnico-normativo que traza la pauta y el horizonte para convertir (…) [el Centro Histórico de Lima] en un mejor lugar para vivir, respetando su esencia como patrimonio cultural y poniendo en valor su belleza, historia y originalidad”, según lo que se lee en el sitio web de la MML.
Presupuesto para la conservación del patrimonio cultural
Punto Seguido ingresó al portal de Seguimiento de la Ejecución Presupuestal del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) –en adelante “Consulta Amigable MEF”– y encontró que el presupuesto nacional para el “Patrimonio cultural salvaguardado y protegido” aumentó más del doble en el 2023, respecto al 2022 y 2021. Aquí el desglose:
En el 2021, el Presupuesto Inicial Modificado (PIM) fue de 18,213,406 soles. De ellos, se usaron 16,778,343 (92.1%). Para el 2022, el PIM disminuyó, ligeramente, hasta los 17,641,895 soles y se usaron 16,883,567 (95.8%). Sin embargo, el PIM alcanzó los 46,699,864 soles en 2023 y solo se usó el 95% a nivel nacional. Es decir, 42,923,190 soles.
TABLA 1: PATRIMONIO CULTURAL SALVAGUARDADO Y PROTEGIDO
AÑO | PIM | GIRADO | % |
2021 | 18,213,406 | 16,778,343 | 92.1 |
2022 | 17,641,895 | 16,883,567 | 95.8 |
2023 | 46,699,864 | 42,923,190 | 95.0 |
En los tres años estudiados (2021, 2022 y 2023), Lima se ha mantenido como el departamento que recibió más presupuesto para el “Patrimonio cultural salvaguardado y protegido”. Principalmente, hay dos actividades en las que se invirtieron y que son relevantes para este tema: saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural, y conservación y transmisión del patrimonio cultural.
Durante el 2021, el departamento de Lima recibió un PIM de 14,915,693 soles y destinó 1,932,590 soles para el saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural. Asimismo, destinó 6,750,166 soles para la conservación y transmisión del patrimonio cultural. El porcentaje ejecutado equivale al 90.9% y al 92.7%, respectivamente.
TABLA 2: DESGLOSE PRESUPUESTO 2021
DEPARTAMENTO DE LIMA | ¿EN QUÉ SE INVIRTIÓ? | ¿EN QUÉ SE INVIRTIÓ? |
PIM: 14,915,693 Girado: 13,819,382 %: 92.7 | Saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural PIM: 1,932,590 Girado: 1,755,799 %: 90.9 | Conservación y transmisión del patrimonio cultural PIM: 6,750,166 Girado: 6,255,012 %: 92.7 |
En el 2022, la historia es similar: el departamento limeño recibió un PIM de 13,449,941 soles. De ellos, 1,626,736 soles fueron para el saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural, mientras que 5,580,994 soles se invirtieron en la conservación y transmisión del patrimonio cultural. Sin embargo, el porcentaje de dinero usado fue mayor que el año anterior: en ambas obras, se ejecutó el 96.4% del presupuesto para las actividades mencionadas.
TABLA 3: DESGLOSE PRESUPUESTO 2022
DEPARTAMENTO DE LIMA | ¿EN QUÉ SE INVIRTIÓ? | ¿EN QUÉ SE INVIRTIÓ? |
PIM: 13,449,941 Girado: 13,022,461 %: 96.8 | Saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural PIM: 1,626,736 Girado: 1,566,848 %: 96.4 | Conservación y transmisión del patrimonio cultural PIM: 5,580,994 Girado: 5,379,509 %: 96.4 |
Para el 2023, el PIM del departamento de Lima equivalía a 19,833,056 soles. De esa cantidad, 1,719,561 soles se destinaron para el saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural y, de ello, usaron casi todo (99.7%). Para la conservación y transmisión del patrimonio cultural, se distribuyeron 10,255,293 soles, pero no lo usaron completamente: sobró el 9.7%.
TABLA 4: DESGLOSE PRESUPUESTO 2023
DEPARTAMENTO DE LIMA | ¿EN QUÉ SE INVIRTIÓ? | ¿EN QUÉ SE INVIRTIÓ? |
PIM: 19,833,056 Girado: 18,794,568 %: 94.8 | Saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural PIM: 1,719,561 Girado: 1,713,241 %: 99.7 | Conservación y transmisión del patrimonio cultural PIM: 10,255,293 Girado: 9,259,235 %: 90.3 |
Estas cifras demuestran que el presupuesto de cierre 2023 para el saneamiento físico y legal de bienes del patrimonio cultural en Lima ha aumentado en casi 100 mil soles contrastados con el 2022. Además, el presupuesto 2023 para la conservación y transmisión del patrimonio cultural en Lima supera en casi el doble al año 2022. No obstante, Prolima argumenta que hacen falta más recursos, cuestionando si hay o no una adecuada administración o si el presupuesto para Lima aún debe incrementarse. Lo cierto es que el dinero usado –aparentemente– para la conservación patrimonial en el 2023 suma más de nueve millones de soles. Es una cantidad que nunca se tuvo ni en 2021 ni en 2022. Mientras el acertijo se resuelve, las casonas y sus habitantes piden auxilio.
(Créditos: Alejandro Cardenas)