La investigación de la UPC dentro del estudio regional de la Fundación Gabo revela zonas del Perú donde las noticias locales prácticamente no existen, dejando a comunidades enteras sin información confiable y expuestas a la desinformación y medios poco confiables.
En amplias zonas del Perú, las noticias locales simplemente no llegan ni salen. Allí donde la información debería ser un servicio para todos, se convierte en un vacío: comunidades enteras viven sin datos confiables sobre lo que ocurre a su alrededor, un fenómeno que se conoce como desierto informativo.
La directora de la Carrera de Comunicación y Periodismo de la UPC, Rossana Echeandía, trabajó con un equipo de 32 periodistas de todo el país que, bajo la conducción de la periodista Mariza Zapata Vásquez, mapeó qué tanta información local confiable se produce en cada provincia del país. Esto reveló que muchas regiones permanecen invisibles para la ciudadanía y las autoridades. Y, lo que es aún más preocupante, quedan libradas a la manipulación de quienes pueden financiar espacios que usan para su propio interés.
“Las regiones que no tienen medios confiables terminan siendo silenciadas. Nadie toma en cuenta sus necesidades, su desarrollo, sus riquezas ni sus historias”, señala Echeandía.

Festival Gabo, Bogotá, Colombia.
El vacío informativo genera riesgos claros: los pocos medios existentes, muchas veces poco confiables, pueden manipular la información, especialmente en contextos preelectorales como los que estamos por vivir. Además, la precariedad laboral, la dependencia de la pauta oficial y las amenazas físicas o judiciales afectan a los periodistas locales y al trabajo que deberían realizar en bien de la comunidad.
“Quien no tiene estabilidad económica está más predispuesto a difundir lo que le dicen y no necesariamente la verdad”, advierte Echeandía a Punto Seguido.
A pesar de estas dificultades, existen oportunidades para fortalecer el periodismo regional. Muchos periodistas comprometidos buscan hacer periodismo profesional, pero carecen de plataformas sostenibles. Hoy, la radio y Facebook siguen siendo los canales más utilizados, aunque no siempre garantizan alcance ni confiabilidad.
Según Echeandía, los grandes medios nacionales podrían llenar este vacío: “Tienen recursos y plataformas sostenibles para llegar a esos rincones del país, donde hay historias maravillosas que permanecen escondidas y problemas tremendos que nadie visibiliza”.
La digitalización, lejos de democratizar la información, como se esperaba que ocurriera, ha facilitado la propagación de desinformación y la concentración del poder comunicativo en manos de quienes pueden pagar por difusión.
La falta de cobertura local también afecta a la democracia: sin información confiable, las decisiones públicas pueden ignorar las necesidades reales de las comunidades. Por eso, la solución requiere medios independientes y sostenibles, con equipos estables y recursos suficientes para garantizar información veraz y proteger a quienes la producen.
“Si un medio no es sostenible, por más genial que sea la idea que lo inspiró, desaparecerá rápidamente o caerá en manos de quienes pueden pagar sueldos o notas, comprometiendo la independencia editorial”, explica Echeandía.
El hallazgo más impactante es el vacío informativo: “Nuestro país es rico en cultura, gastronomía, biodiversidad e historias que pasan desapercibidas; también es ‘rico’ en tragedias que deben conocerse para hacerles frente. En muchos casos es como si no existieran, pero existen y nos deben interesar, por ética, desarrollo y economía. De eso, además, se trata el trabajo del periodismo responsable, del que de verdad trabaja al servicio de la comunidad, del país”.
La plataforma Desiertos de noticias locales permite visualizar dónde florece el periodismo y dónde está en riesgo de desaparecer. Es un llamado a los grandes medios a asumir su responsabilidad y llegar con información confiable a todos los rincones del país.
“Es hora de que los grandes medios nacionales vuelvan a mirar hacia estos espacios, con ética y compromiso. La información es un servicio fundamental, y nadie debería vivir en el silencio de un desierto informativo”, finaliza Echeandía.
Para conocer dónde florece el periodismo local y dónde corre riesgo de desaparecer, así como explorar los detalles completos de la investigación en Perú y la región, visita la plataforma de la Fundación Gabo en la imagen o el siguiente enlace: desiertosdenoticiaslocales.fundaciongabo.org



