Los limeños se enfrentan a importantes desafíos al hablar de la calidad del aire. La ciudad se encuentra entre las áreas con más contaminadas en América. Elvis Medina, especialista de Senamhi, comenta las causas de la mala calidad del aire en Lima.
Por Maria Gracia Vega
Lima es una ciudad densamente poblada y con un parque automotor en constante crecimiento. Este es uno de los principales factores para la contaminación del aire y no se ha detenido. Según la Asociación Automotriz del Perú (AAP) que para su informe de abril del 2023 declaró que ha habido un incremento del 3.5% en compra de autos en comparación con la misma fecha del año pasado.
Tras la pandemia, este tipo de contaminación se redujo en lugares clave como el Centro de Lima y su área cultural. Así lo mencionó el subdirector de evaluación de ambiente atmosférico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), Elvis Medina, quien dijo que “debido a las restricciones a efectos de la pandemia, se redujo la actividad vehicular, y la contaminación también en un 40%”.
Esto fue durante la pandemia. ¿Pero qué nos ha llevado a ser en el 2023 una de las ciudades más contaminadas, según el índice Air Quality Life Index (AQLI)? Este índice fue publicado en un informe realizado por el Instituto de Políticas Energéticas ubicado en la Universidad de Chicago. Resalta que el aire en Lima tiene una concentración de partículas dañinas que es entre 3 veces mayor a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Algunos de los factores clave que contribuyen a la mala calidad del aire incluyen las emisiones vehiculares. Este incremento, muchos de ellos de carros antiguos, es una de las principales fuentes de contaminación del aire en la ciudad. Es por ello que resulta fundamental implementar medidas para reducir las emisiones de los vehículos, como la promoción de transporte público más limpio y eficiente o reducir la presencia de vehículos.
Un ejemplo se encuentra en la zona cultural en Centro de Lima que, desde su peatonalización, el tránsito de vehículos y por ende la contaminación por emisiones de partículas dañinas en el aire. “Cualquier actividad que pueda ayudar a reducir las emisiones, va a ser muy beneficiosa. En ese sentido, la peatonalización del lugar es una actividad en beneficio de la sociedad”, comentó Medina.
Para mejorar la calidad del aire en Lima, se requiere tomar acciones que sean conjuntas y decididas por parte de las autoridades, la sociedad civil y los ciudadanos. Es esencial promover políticas y regulaciones más estrictas para controlar las emisiones vehiculares e industriales. Como también realizar un control más riguroso de qué vehículos se encuentran transitando en las calles.
La contaminación de las industrias
La presencia de zonas industriales en Lima también contribuye a la contaminación atmosférica. “Si solo hablamos del componente ambiental, del aire, tenemos que tener en cuenta las fuentes meteorológicas, las fuentes de emisión de las empresas y las industrias”, explicó Medina. Lima se encuentra en constante crecimiento e inversión para aumentar estas áreas. Un ejemplo de esto es el parque industrial de Ancón, con una inversión de 760 millones de dólares.
Además, se han presentado casos graves de contaminación. Como el que ocurrió en el 2022 a causa de las fábricas de ladrillos en distrito de Huachipa. Los habitantes de la zona se encontraban respirando aire que contenía partículas de polvo tóxico que perjudicaba a su salud a la larga. Así lo mencionó el Ministerio de Ambiente (MINAM) a través de un comunicado de prensa.
Para mejorar la calidad del aire en Lima, se requiere tomar acciones que sean conjuntas y decididas por parte de las autoridades, la sociedad civil y los ciudadanos. Es esencial promover políticas y regulaciones más estrictas para controlar las emisiones vehiculares y de la industria. Es crucial aplicar regulaciones y estándares más estrictos para el control de emisiones de las industrias
También hay que promover prácticas más sostenibles en los procesos de producción. Es fundamental promover alternativas más limpias, como la implementación de sistemas de gestión de residuos eficientes. Además de monitorear la ubicación en la que se establece las fábricas, ya que estas podrían estar poniendo en peligro la calidad de vida y del aire de los vecinos de la zona.