Las redes sociales se han convertido en una fuente de entretenimiento e información. Sin embargo, son un espacio que alberga conductas psicológicas que pueden atentar contra la salud y bienestar de los adolescentes.
Redacción: Andrea Rodríguez Yañez.
Las nuevas tecnologías han tomado un papel importante dentro de la sociedad. Tras la llegada del Covid-19 y el confinamiento en el que todas las personas tuvieron que estar, las redes sociales han tomado mayor relevancia en el día a día de cada uno. Estas nuevas plataformas son un escape a lo rutinario y una herramienta de distracción. Sin embargo, pueden ser un arma de doble filo, ya que se ha comprobado que contribuyen al incremento de casos de TCA.
Los Trastornos de Conducta Alimentaria, más conocidos como TCA, son enfermedades psicológicas, producidas por la inconformidad del aspecto físico de una persona. Se trata de un miedo intenso que conlleva a la autodestrucción de muchos jóvenes, el miedo por verse subidos de peso o inconforme con su cuerpo, los lleva a realizar conductas inadecuadas (BBC News, 2011).
Bajo la exposición en redes sociales del ideal corporal que hoy en día es tendencia a nivel mundial, varias personas, principalmente las mujeres jóvenes y adolescentes, se someten a dietas estrictas muchas veces, sin supervisión profesional, provocando desnutrición y llevándolas en ocasiones, a sufrir de anorexia o bulimia (Revista Hola, 2021).
Johana Aguilar tiene 16 años de edad y actualmente, se encuentra en terapia psicológica y nutricional, para poder combatir la bulimia que padece desde hace dos años. Su madre, Carmen Aguilar, comenta que ha sido un proceso bastante largo y complicado, ya que no basta con que solo la persona que padece de algún TCA tome terapia, sino también es importante que la familia la lleve.
‘’Me sentía mal conmigo misma, sentía que no era atractiva, seguía chicas en Instagram con cuerpos espectaculares, mis amigos veían a chicas que tenían otro tipo de cuerpo con cintura más marcada, mis amigas se cuidaban al comer y yo sentía que mi cuerpo necesitaba un cambio. Empecé a hacer dieta, pero no daba resultados, así que empecé a buscar otras soluciones por Internet…’’, señala Johana.
Myriam Donayre, psicóloga clínica, indica que las redes sociales se han convertido en la principal vía para entablar vínculos sociales y formar una identidad en línea. Ello genera que gran parte de los adolescentes se preocupen por cumplir con los estándares de belleza que imponen estas plataformas y de esta manera, puedan conseguir la aceptación social. Es un problema que va más allá de simplemente querer verse bien, tiene que ver con los antecedentes que una persona presenta, como los conflictos familiares, la baja autoestima y el bullying que haya podido recibir en algún momento.
Las redes sociales son plataformas multiusos, porque nos permiten comunicarnos, mantenernos informados, incitan al debate y a compartir contenido multimedia. Sin embargo, si no se aprende a manejarlas de manera adecuada, pueden ser canales que contribuyan al bullying, vías que fortalezcan los TCA y ventanas que fomenten otros tipos de problemas. La presencia de superficialidad que muchas veces se muestran en este tipo de páginas, generan que los adolescentes y jóvenes traten de imitar conductas que no van acorde a la realidad y se dañen de manera psicológica y física (UAI, 2018).