En menos de un mes, una enfermedad considerada endémica de África se ha multiplicado por distintos países del mundo.Hasta la fecha en Argentina y Colombia ya se han detectado los primeros casos sospechosos, mientras que en nuestro país se emitió alerta epidemiológica.
Según el portal The Clinic (2022)el virus de la viruela del mono, originario del África Central y Occidental,es una enfermedad endémica que este año ha tenido un rebrote. Se descubrió en 1958 luego de que se produjeron brotes en monos destinados a la investigación en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).de Dinamarca. Fue en ese estudio que se logró determinar que el virus también se podía transmitir entre otras especies de animales como la ardilla africana, ratas y conejos Sin embargo, recién en los años 70 se detectó el virus en un niño de Zaire (República Democrática del Congo). Seguidamente el virus se expandió en todo el país y en la Región (Se encontraron casos en Nigeria, Benín, Camerún, República Centroafricana, Gabón, Costa de Marfil, Liberia, República del Congo, Sierra Leona y Sudán del Sur)
La viruela del mono genera una erupción en el cuerpo de las personas que empieza con marcas rojas planas que se inflan y se llenan de pus. Los especialistas afirman que los/las infectados presentan los siguientes síntomas: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos, agotamiento y fiebre y dolores corporales. La principal diferencia es que se inflaman los ganglios linfáticos, los que se encuentran en forma abundante en axilas, ingle, cuello y abdomen. Además, el período de incubación de la enfermedad oscila entre 7 y 14 días, aunque hay casos en que puede ser de 5 a 21 días. Los primeros síntomas suelen aparecer entre seis y 13 días después de la exposición; sin embargo, las protuberancias pueden tardar hasta tres semanas en brotar. Hasta el momento los casos graves son más frecuentes entre los niños, según la Organización Mundial de la Salud.
Según la OMS, el virus puede propagarse a otras personas, pero la transmisión de persona a persona por sí sola no puede sustentar fácilmente un brote. “Alguien puede infectarse a través del contacto directo con gotitas respiratorias de otra persona que tenga viruela del simio en el hogar o en un centro de salud, o con materiales contaminados como la ropa de cama; pero, si bien estos son los principales modos de transmisión de persona a persona, los brotes de viruela símica tienden a ocurrir en pequeños grupos de unos pocos casos, sin dar lugar a una transmisión comunitaria generalizada”, resaltaron. El virólogo Mario Lozano, doctor en Ciencias Bioquímicas y experto en Biología Molecular, en entrevista con Infobae (2022) sostiene que “En general los contagios se dan por contacto cercano con los fluidos de otra persona, en especial el líquido que supura de las pequeñas llagas que se producen en la piel”.
Por su parte, el infectólogo Ricardo Teijeiro, infectólogo del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) explicó a Infoae que los brotes de la enfermedad son esporádicos. “Ya hubo brotes en Estados Unidos, por el 2003, y ahora aparentemente en Inglaterra se han detectado algunos casos. En general los contagios se dan por contacto cercano con los fluidos de otra persona, en especial el líquido que supura de las pequeñas llagas que se producen en la piel”. Ambos especialistas detallan que los casos de contagio podrían estar relacionados con el tráfico de animales exóticos. Teijeiro agrega que: “La viruela del mono no tiene un tratamiento específico y los riesgos de contraerla siempre van a estar mientras el humano vaya invadiendo el hábitat de los animales”, explicó Teijeiro para el portal web de Infobae.
El pasado 8 de mayo se conmemoró el 42º aniversario de la erradicación de la viruela. En 1980, la 33.ª Asamblea Mundial de la Salud declaró oficialmente que «el mundo y todos sus habitantes se habían liberado de la viruela”. La declaración marcó el final de una enfermedad que, según The National Geographic (2022) solo en el siglo XX, había acabado con la vida de 300 millones de personas. Aunque esta enfermedad se considera erradicada en humanos desde hace más de cuatro décadas, la denominada “viruela del mono” o “viruela del simio”, endémica en lugares de África occidental y central, ha comenzado a preocupar por su rápida propagación y elevada mortalidad, de entre el 4 % y el 22 %.
El primer caso humano de viruela del mono fue notificado en agosto de 1970 en Bokenda, una aldea de la República Democrática del Congo. El infectado fue un niño de 9 años que ingresó en el Hospital Basankusu con sospecha de haber contraído la viruela. Una muestra, enviada al Centro de Referencia de Viruela de la OMS en Moscú, reveló que los síntomas eran causados por el virus de la viruela del mono, un ortopoxvirus similar al virus Variola, al virus de la viruela bovina y al virus Vaccinia. Desde esa época, la mayor parte de los casos se reportaron en regiones rurales de bosques tropicales de la cuenca del Congo.
De acuerdo al portal Who.Int de la Organización Mundial de la Salud (2022) A partir de los 70 se confirmaron casos humanos de viruela símica en 11 países africanos: Benin, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Gabón, Côte d’Ivoire, Liberia, Nigeria, República del Congo, Sierra Leona y Sudán del Sur. Se desconoce la verdadera carga de esta enfermedad. En 2017, Nigeria experimentó un brote de grandes proporciones, con más de 500 casos sospechosos y más de 200 casos confirmados, y una tasa de letalidad de aproximadamente el 3%. A día de hoy, continúan notificándose casos.
Según The Times (2022) el último gran brote de viruela del mono en EE.UU. se produjo en 2003, con 71 casos confirmados o sospechosos, la mayoría en los estados de Wisconsin, Indiana e Illinois. Los casos confirmados estuvieron en contacto con perros de la pradera obtenidos de un distribuidor de animales en los suburbios de Chicago fueron alojados cerca de ratas gigantes de Gambia y lirones que venían de Ghana. Este brote causó en EE. UU. más de 70 casos de viruela símica, enfermedad que también se registró en personas que viajaron de Nigeria a Israel en septiembre de 2018, al Reino Unido en septiembre de 2018, diciembre de 2019, mayo de 2021 y mayo de 2022, a Singapur en mayo de 2019 y a los EE.UU. en julio y noviembre de 2021.
El diario El País (2022) recoge la información de la existencia hasta el momento de dos variantes de la viruela de monos, una prevalente en África central y con más carga viral, con una letalidad entre niños que puede llegar al 10%, aunque en los últimos brotes ha descendido hasta el 6%, y otra presente en África occidental que se considera más tratable y con un menor índice de mortalidad. Miriam Alía, responsable de vacunación y respuesta a emergencia de Médicos Sin Fronteras explicó en entrevista con El País, que existían dos vacunas. Una aprobada por la Agencia Estadounidense del Medicamento que se emplea para sus casos y otra autorizada por la Agencia Europea del Medicamento. “El problema es que se producen pocas y, para muchos países africanos, es difícil acceder a las dosis”. Según se sabe, la inmunización contra la viruela del mono no se realiza de forma masiva, sino de acuerdo a las burbujas sociales: se vacuna a los contactos de las personas infectadas. La vacuna de la viruela otorgaba una protección de hasta el 85%, pero como esta enfermedad está erradicada, ya no se administra desde 1980.
En una entrevista con El País, la bióloga Anne Laudisoit recordaba la amenaza que supone este virus, sobre todo en África, pero también para el resto del mundo, y advertía con un tono de frustración de que “mientras no haya un blanco con viruela del mono que presente pústulas y erupción como si fuera la viruela, todo seguirá igual”. Por su parte, Katy Brown,enfermera y asesora sanitaria de la unidad de emergencias de Médicos sin Fronteras (MSF) sostiene que aliviar el sufrimiento que significa la viruela del mono y otras enfermedades tropicales consideradas endémicas deben ser tomados en serio cualquiera sea su localización en el mundo. “Es condenable que ciertas enfermedades sólo merecen atención cuando afectan a los países de altos ingresos”.
La vacuna de la viruela ofrece una protección de hasta el 85%, de acuerdo a Centers for Disease Control and Prevention (CDC) y reduce tanto la transmisión como la severidad. Conforme se logró erradicar la viruela del mundo, la vacunación contra la misma se fue deteniendo de manera progresiva. En el Reino Unido, por ejemplo, fue hasta 1971, en Estados Unidos, 1972 y en España , 1980. Por tanto, es posible que el porcentaje de la población adulta que ya recibió la vacuna de la viruela en su día cuente con cierto nivel de protección frente a la viruela del mono.Por otro lado, en 2021, la FDA de Estados Unidos aprobó la vacuna JYNNEOS contra la viruela y la viruela del mono. Sin embargo, esta vacuna aún no ha sido aprobada en Europa.
La detección del virus en diferentes países por todo el mundo en pocos días ha provocado una lógica alerta científica, sanitaria, administrativa y social. De acuerdo a The Conversation (2022) los casos notificados hasta el momento no tienen vínculos de viaje establecidos a áreas endémicas, pero es posible que algún evento multitudinario reciente haya actuado como foco amplificador. Las investigaciones epidemiológicas están en curso. A medida que aumenta la vigilancia en países no endémicos es muy probable que sean identificados y confirmados más casos de viruela del mono. Luego de pasar por una pandemia por el Covid-19 que parece habernos dado chance con el avance de la vacunación y la reducción de descensos en el mundo, es importante más que nunca no bajar la guardia. Resultaría crucial concientizar a la población, brindar orientación técnica, afianzar y apoyar a los sistemas de vigilancia y diagnóstico, prevenir el desarrollo del brote, proteger a los agentes sanitarios de primera línea y sobre todo, informar sobre las características de la enfermedad.
Aunque estemos en medio de un rebrote mundial de un virus al ser considerado endémico, existen razones por las cuales aún se puede ser optimista respecto a la expansión de esta enfermedad tropical. De acuerdo al catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca (España), Raúl Rivas González, El virus de la viruela símica es fácil de rastrear porque, a diferencia del SARS-CoV-2, que puede propagarse de forma asintomática, la viruela símica no suele pasar desapercibida. Esto por las erupciones y lesiones cutáneas que provoca. Otros de los aspectos positivos que presenta para The Conversation (2022) es que respecto a la transmisión del virus. Ya que es la primera vez que se informa de cadenas de transmisión de la enfermedad en Europa sin vínculos epidemiológicos conocidos con África Occidental o Central. Los canales de transmisión más probables de la enfermedad son a través de gotitas y/o contacto con lesiones infectadas. Por tanto la transmisión entre humanos es hasta el momento moderado y poco eficiente.
Por otro lado Rivas manifiesta que existen métodos rápidos y eficaces. Varios laboratorios de Europa, América y África establecieron la detección del ADN del virus de la viruela del simio, mediante la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real, a partir de erupciones y lesiones cutáneas sospechosas. Las costras, los hisopos y el líquido de la lesión aspirado son preferibles a las muestras de sangre. Además, el catedrático sostiene que los protocolos recientes de PCR en tiempo real pueden discriminar no solo el virus de la viruela del simio de otros orthopoxvirus, sino también los dos casos descritos.
Finalmente, es determinante explicar que pese a que exista un panorama favorable frente a este rebrote de viruela de mono se debe ser prudente al ser una enfermedad de la que aún se hacen estudios y pronósticos a futuro.