Hay una nueva generación de profesionales que apuesta por el trabajo 100% remoto. En el mundo de la pospandemia, su estilo de vida sugiere que volver a la oficina no siempre es la mejor opción.
Escribe: Marisol Alvarado
Al buscar “nómada digital” en Google aparecen fotos idílicas de desconocidos con una laptop y un paisaje paradisíaco de fondo. Pareciera que trabajar viajando no solo es posible, sino deseable: ¿Quién no quiere tener la Torre Eiffel como vecina en el día a día, o nadar en las aguas cristalinas del Caribe al caer la tarde? Suena bien, pero la experiencia de quienes viven como nómadas digitales prueba que no todo es lo que parece.
La Escuela Nómada Digital define a quien vive este estilo de vida como “una persona que utiliza Internet para desempeñar su ocupación y/o para vender sus conocimientos a otras personas o empresas. En otras palabras, trabaja de forma remota, cuestión que le permite poder llevar una ‘vida nómada’, es decir, poder vivir viajando”. Juan Carlos González, un ingeniero de software que se dedicó a vivir como nómada digital por unos meses, explica que lo fundamental para comenzar es contar con una computadora, conexión a internet y trabajo remoto que provea los ingresos necesarios para costear la estadía en los lugares que se quiera visitar. Esa es la ecuación básica que todo nómada digital necesita para poder empezar. Otros requisitos dependen de las exigencias del rubro y puesto que se desempeñe.
Además, de acuerdo con la Escuela Nómada Digital, existen diferentes modalidades de trabajo para quienes quieren vivir este estilo de vida. Algunos trabajan por comisiones y son conocidos como freelancers; otros, tienen un contrato, sueldo mensual y horario de oficina. De acuerdo con Juan Carlos, las alternativas de trabajo remoto más comunes se encuentran en el sector de la tecnología y creación de contenido. Él, además de ingeniero, es creador de contenido en Juanca Tech. Este también es el caso de “Misias, pero viajeras”, dos amigas que viajan por el mundo mostrándole a sus seguidores como visitar el destino de sus sueños con un presupuesto limitado, sus ingresos son generados por la publicidad en sus videos de YouTube y por las compras en su tienda de productos para viajeros: La Tiendita Misia.
Hay de todo un poco en el mundo del nomadismo digital, pero si algo tienen todos en común son los retos que deben enfrentar para tener éxito en el trabajo. La falta de conexión a internet es uno de los más grandes, ya que limita su habilidad para trabajar; un desperfecto de su computadora también puede atrasarlos; mientras que la pérdida de su equipaje o el robo de sus equipos complica sus planes y puede comprometer su desempeño. Por otro lado, la diferencia de zona horaria entre el nómada y sus colegas suele ser un desafío, sobre todo si todavía se está recuperando del jet lag tras un largo viaje.
¿Te interesa conocer más? Mira nuestra entrevista con Francisco Ortiz, un nómada digital argentino que lleva más de cinco años recorriendo el mundo.