Infusiones calientes, miel con jengibre y gárgaras de kion con cebolla son algunos de los remedios que seguro has escuchado o tal vez probado en esta cuarentena.
Escribe: Brenda Medina
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Limón, Ajo y kion son algunos de los productos caseros más populares entre algunos grupos de personas, nada más y nada menos que para “combatir” el coronavirus. Desde que la pandemia del covid-19 se ha ido extendiendo por el mundo, las investigaciones médicas por encontrar la cura han ido en ascenso. Pero mientras los especialistas trabajan a paso rápido por encontrar la vacuna, el otro lado de la moneda sale a flote.
Los remedios caseros han existido durante mucho tiempo con el propósito de curar enfermedades con medios naturales, pero actualmente han conseguido una gran fama por la pandemia. Su popularidad también se debe a que puedes encontrar los insumos en cualquier mercado. Quién no ha sido víctima de los remedio caseros que preparaba su mamá o su abuela.
Aunque sus productos son conocidos por muchos de nosotros, sus combinaciones llegan a ser un impacto de sabores. Cada grupo tiene su propia visión, por ello, cada uno tiene una forma distinta de preparar estos manjares. Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud ha desmentido el efecto de estos remedios sobre el COVID-19, sin embargo, algunas personas lo ven como un medio de protección.
Según el diario Gestión, en el primer día de la cuarentena en el Perú el limón fue uno de los 5 productos que aumentó su precio en el mercado. Recetas cómo la combinación de zumo de limón, ajo picado, miel y kion son las populars sustancias que nos encuentran al despertar. También está la de tomar limón por las mañanas o hacer gárgaras con bicarbonato o sal.
Según las personas que lo consumen, estos remedios son para combatir el resfriado. Lo utilizan ahora, puesto que, el coronavirus empieza por síntomas de la gripe. Aunque los remedios caseros contienen los mismos ingredientes, algunos innovan creando nuevas combinaciones. Uno de los remedios más potentes contiene cañazo. Se prepara combinando azúcar quemada, ajo picado, leche y un poco de caña. Se toma una cucharada por las noches y para aumentar el efecto, se le coloca un periódico en la espalda de la persona hasta el siguiente día.
No solo en Perú, sino también países como Bolivia y República Dominicana han utilizado estos remedios casero con el objetivo de prevenir el contagio o aliviar los síntomas del covid-19. Según el diario libre de Santo Domingo, gárgaras de agua tibia con kion o vinagre blanco, brebajes a base de ajos y cebolla, hasta la famosa coca, en el caso de Bolivia, son solo algunos de una larga lista de recomendaciones que aseguran combaten el virus.
NO HAY EVIDENCIAS CIENTÍFICAS
Respecto al uso del ajo OMS en su página oficial aclaró sobre su efecto. “El ajo es un alimento saludable que puede tener algunas propiedades antimicrobianas. Sin embargo, no hay evidencia del brote actual de que comer ajo haya protegido a las personas del nuevo coronavirus”.
Algunos remedios también son populares por su sorprendente procedencia. Así nos trasladamos hacia el continente asiático, donde encontramos el famoso orina de vaca. Un grupo en Nueva Delhi organizó una fiesta para beber el orina de este animal, sagrado para este país, pues creen que esta sustancia tiene propiedades medicinales que pueden combatir al virus. Por otro lado, en Irán se ha popularizado el llamado “anbar nesa” que son las heces de burra, su producto estrella que también, como muchas creencias, combate el virus. Se quema en un recipiente y se inhala el humo, según la medicina tradicional iraní su excremento otorga propiedades desinfectantes y curativas del resfriado, enfermedades contagiosas, entre otros.
Según un post publicado en la página oficial de la ONU, el doctor Mike Ryan aclaró que los “remedios tradicionales” tales como el kion, el limón y la miel pueden ayudar a mejorar a sentirse mejor de un resfriado, pero no curan el COVID-19.
Estos remedios siguen y seguirán circulando pues la fe ciega de consumidores y productores mantienen vivos a estos insumos en distintos mercados alrededor mundo, que actualmente se venden como pan caliente.