Dirigida desde la cárcel de Tocorón en Venezuela, la organización criminal más grande y sanguinaria de dicho país acecha el temor en las calles limeñas.
Según un informe emitido por el Ministerio del Interior, se han reportado varios casos de meretrices asesinadas por cobro de cupos. Muchas de ellas son amenazadas y secuestradas desde diferentes partes de Sudamérica para ser explotadas sexualmente. Ellas viven día a día atemorizadas debido a que no pueden escapar de sus captores por temor a ser asesinadas.
Asimismo, mediante los operativos realizados por agentes de la Dirincri y de Inteligencia, se pudo determinar que se trataría de la banda sanguinaria el Tren de Aragua quiénes son los que encabezan estos secuestros. Lima se volvió uno de sus centros de operaciones lucrativos, donde obtienen ganancias mensuales de aproximadamente un millón y medio de soles.
De acuerdo a un informe emitido por la policía, esta megabanda surgió del estado de Aragua, en el norte de Venezuela. Ellos asignan puestos de trabajo a cada uno de sus lugartenientes que se dedican a la extorsión, sicariato, narcotráfico y hasta trata de personas.
Según una fuente confidencial, quien es llamada con el seudónimo de “Lola“ cuenta como fue contactada por estos criminales.
“ Yo vengo de Aragua, contacte con ellos para llegar a Lima, pero yo no sabia que me iban a explotar(…) Aparte de pagarles también tengo que mandar dinero a mi familia en Venezuela(….) Me dijeron que si no trabajo para ellos, matarán a mi familia allá en Aragua. No tengo de otra que seguir aquí(……)”
Ella vino al Perú con el propósito de conseguir una mejor calidad de vida, sin embargo fue todo lo contrario, se topó con lo que hoy sería su más grande pesadilla. “Lola” menciona que aquellos criminales no tienen piedad y son capaces de asesinar a cualquiera que no quiera cumplir con los pagos.
“A veces una se cansa, porque esta deuda nunca la terminamos de pagar, es ahí cuando piensas en revelarte pero luego te pones a pensar que no quieres morir y bueno, tengo que vivir con esto todos los días”.
Redacción: Sebastián Catacora Gómez