Entre crisis políticas y desinformación, una revista universitaria vuelve a contar el país desde sus márgenes, con rigor, intuición y compromiso.
Por Dax Canchari
En tiempos de periodismo de escritorio, de IA redactando titulares y de publicaciones que duran un scroll, un grupo de estudiantes decidió salir, preguntar, insistir y publicar. La revista Punto Seguido, edición 98, fue presentada en el campus Monterrico de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) como lo que realmente es: una declaración de principios frente al algoritmo. Una apuesta impresa por un periodismo que no se conforma con lo evidente.
Al evento asistieron cinco voces clave del proyecto: los docentes Dan Lerner y Rubén Barcelli, la estudiante Paula Papuico, la egresada Marisol Alvarado y el profesor de diseño Pablo Garibay. Lo que se vivió no fue solo un conversatorio, sino una clase viva sobre lo que significa reportear, diseñar, editar y resistir… en papel.
NO al periodismo de escritorio
Desde la primera clase del curso de Periodismo Informativo, la consigna fue clara. “No quiero que hagan periodismo de escritorio”, recordó Paula Papuico, representante de la sede San Miguel. Y no lo hicieron.
Junto a sus compañeros Olenka Vega y Matías Álvarez, Paula escribió Desalojados y olvidados, un reportaje sobre la nueva Vía Expresa Sur impulsada por el alcalde Rafael López Aliaga. Lo que hallaron en el lugar fue más que un vacío urbano: un desalojo masivo, un terreno baldío y comerciantes luchando por sobrevivir con puestos improvisados.
“Habíamos leído sobre el tema, pero llegar al sitio fue distinto. Nadie quería hablar, algunos se molestaban por las fotos. Matías tuvo que tomar imágenes con la cámara a la altura del pecho, sin que lo notaran. Hicimos periodismo de verdad”, relató Paula. Y eso quedó reflejado en la revista, no solo en las palabras, sino también en las imágenes captadas con intuición.
Si contar lo que se ve es importante, contarlo cuando el país se desmorona lo es aún más. Así lo recordó Marisol Alvarado, egresada de la UPC y actual periodista en el sector de negocios y startups, al relatar cómo fue armar una edición de Punto Seguido en plena pandemia y en medio de la crisis por la caída del expresidente Manuel Merino.
“Estábamos armando la revista con normalidad. Pero pasó lo de Merino, salimos a las calles, y supimos que no podíamos publicar algo ajeno a lo que vivíamos. Tuvimos que rehacer toda la edición. Con miedo, sí, pero con compromiso”, dijo.


Ese aprendizaje no quedó en las aulas. Marisol lo aplicó después en Semana Económica, donde tuvo que tomar decisiones editoriales reales. “La experiencia de cerrar una revista —con todo lo que implica— me enseñó a priorizar, a reorganizar, a no depender de lo digital para corregir lo que ya fue impreso. El papel te entrena con otro rigor”, explicó.
De Hogwarts al Congreso: así nació la portada del caos político
Y si contar bien una historia es vital, contarla visualmente también lo es. Aquí entró en juego el trabajo del curso de Diseño Gráfico, donde cada estudiante propuso una portada. La elegida fue la del estudiante Luis Mogollón, quien combinó un tablero de ajedrez con el Congreso al fondo y las piezas cayendo una a una.
“La idea surgió viendo una película de Harry Potter, justo en la escena del ajedrez mágico. Ahí pensé: esto puede ser una metáfora perfecta de la política actual: piezas que caen, decisiones erráticas, desorden”, explicó Luis, mientras el auditorio le dedicaba una ovación espontánea.


de Punto Seguido Ed. 98.


Pablo Garibay, profesor de diseño, valoró el trabajo colectivo detrás de cada página. “Ellos son nativos digitales, pero diseñar en papel les obliga a entender jerarquía, ritmo visual y composición. La pantalla engaña: lo que se ve bien en digital no siempre se imprime bien”, advirtió.
La portada, trabajada en Illustrator, pulida entre bocetos y correcciones, no solo logró captar la esencia visual de la revista, sino también traducir en imagen un clima político que parece sacado de una partida eterna e inconclusa.
La IA no tiene calle
El conversatorio no se quedó solo en lo gráfico. También abordó un tema inevitable: la inteligencia artificial y su impacto en el periodismo.
Joaquín Iglesias, estudiante de la carrera, preguntó sin rodeos si las máquinas llegarán a reemplazarlos. La respuesta fue clara: no, al menos no mientras el periodismo exija contacto humano.
“ChatGPT no va al Congreso. No va a la vía expresa a recoger una lágrima ni a enfrentarse al silencio incómodo de una fuente que no quiere hablar”, dijo Rubén Barcelli. Lerner añadió: “La IA redacta. Nosotros preguntamos. Si no salimos, morimos como periodistas”.
Marisol cerró con una reflexión certera: “Para cubrir corrupción, necesitas olfato. Y eso no se puede programar. El periodista no desaparece, pero sí tiene que repensarse”.
Ya hacia el final del evento, surgió la pregunta inevitable: ¿por qué seguir imprimiendo una revista? ¿Tiene sentido en 2025?
Garibay fue directo: “La pantalla fragmenta. El papel compone. En una doble página puedes contar una historia entera, decidir dónde va la foto, el título, el crédito, el silencio. Eso no lo hace ningún CMS (Sistema de Gestión de Contenidos, en español)”.
Barcelli sumó una visión más técnica: “No hay código que emule la belleza de lo impreso. Habría que reprogramar cada edición, cada página. Lo impreso es imperfecto, pero genuino. Y por eso importa”.
Detrás de cada página
Dan Lerner cerró el conversatorio dirigiéndose a los padres, madres, parejas y familiares de los estudiantes. No con cifras ni medallas, sino con un pedido sincero:
“Esta es una carrera dura. Muchos de estos chicos trabajan, estudian, diseñan, investigan y aún así llegan tarde a casa, duermen poco y a veces dudan. No eligieron esta carrera para hacerse ricos, sino para contar lo que pasa. Denles paciencia. Lo que hacen es difícil, pero valioso.”


Y así terminó el evento: con aplausos, portadas impresas, fotos de grupo y ese nervio feliz de haber hecho algo real. En un país con noticias que cambian cada hora, donde todo parece inmediato y descartable, Punto Seguido demostró que hay historias que aún necesitan ser pisadas, preguntadas y —sí— impresas.
Encuentra «Más Poder», la edición 98 de Punto Seguido, en Issuu.