Foto: Andina
Tras las lamentables revelaciones de ascensos irregulares, actos de corrupción, y, posiblemente, criminalidad dentro de la Policía Nacional del Perú, se estaría vulnerando la funcionalidad de la institución que afectaría la seguridad ciudadana de todos los peruanos. El exdirector de la PNP, Eduardo Pérez Rocha reveló que para salvaguardar la credibilidad de la institución se debe realizar una reorganización estructural.
Escribe: Vania Ramos
La crisis institucional de la PNP va más allá del manoseo político que se evidenció con el gobierno de Pedro Castillo. El general (r) Eduardo Pérez Rocha, ex director general de la Policía Nacional del Perú, en entrevista para Punto Seguido, analizó que la crisis se da desde la unificación de la Policía por la falta de planificación organizacional de la misma entidad. Asimismo, resalta que las escasas modificaciones legales que se han realizado en la PNP no han sido beneficiosas en gran escala.
Entender que la Policía Nacional del Perú (PNP) es un órgano del Estado dependiente del Ministerio del Interior (Mininter). Se creó en 1988 con la unificación de las Fuerzas de la Policía en una sola institución. En la actualidad, de acuerdo con un informe del Mininter (2021) existen alrededor de 140 mil efectivos policiales para una población aproximada de 33 millones de peruanos.
Además, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reveló que hasta el 2017 sólo existían 1495 Comisarías distribuidas en todo el territorio nacional. A esto, se le suma el mal estado de diferentes inmuebles, así como la falta de servicios básicos de agua, luz e Internet. La suma de todas las deficiencias que enfrenta la Policía Nacional del Perú afectaría la lucha contra la inseguridad ciudadana.
Problema de fondo
Los ascensos irregulares, actos de corrupción y participación en bandas organizadas empiezan a ser moneda corriente entre los miembros de la Policía Nacional del Perú. E ex director de la PNP, el general (r) Eduardo Pérez Rocha, analiza las razones que han llevado a la institución policial a esta crisis de credibilidad.
Para el ex director de la Policía Nacional un problema de fondo es que la misma institución oficial no puede expulsar directamente a los malos elementos. Efectivos policiales que cometen delitos o faltas graves en contra de la institución. Esto se debe a que, en el 2017, el Congreso de la República promulgó la Ley N°29356, “Ley del Régimen Disciplinario de la Policía Nacional del Perú”, que modifica el procedimiento administrativo disciplinario de la misma PNP. Es decir, que los civiles a cargo de imponer orden no estarían capacitados para responder por los malos elementos de la institución.
“En el Perú, se ha creado el famoso Régimen Disciplinario que está a cargo de civiles que son nombrados y dependen del Ministro del Interior. Los que investigan las denuncias de los efectivos policiales comprometidos en hechos delictivos son Asuntos Sociales, que también son civiles. Por eso siguen en la institución, porque lamentablemente estos civiles no conocen lo que es disciplina y no asumen la responsabilidad de expulsar a los malos elementos”, analiza Pérez Rocha.
Formación acelerada
Otra problemática fundamental de la Policía Nacional es la formación académica. La insuficiencia de efectivos policiales en las calles obliga a que los cadetes aceleren su educación oficial para cubrir puestos claves que puedan combatir la inseguridad ciudadana.
De acuerdo con el ex general y consultor señala que, por ley, los oficiales deben estudiar cinco años como una carrera universitaria y los suboficiales tres años como una carrera técnica. “Pero como faltan policías, se sacan de las famosas escuelas aceleradas, y no cumplen ni los ocho meses de formación académica. Ni siquiera han hecho tiro de servicio”, explica.
Insuficiencia presupuestal
Parte de la crisis institucional de la PNP es la falta de recursos económicos que el Estado destina a la entidad oficial para invertir. “Cada año es desatendido y disminuido en cuanto a lo que solicita la institución”, resalta Pérez Rocha.
El proyecto presupuestal que presentó el ex ministro del Interior Willy Huerta para el año fiscal 2023 fue de 11, 104 millones de soles. Lo que representaría, hasta ese entonces, un incremento del 2% en comparación con el presupuesto del 2022. Sin embargo, el monto asignado por el Ministerio del Interior no sería suficiente para cubrir las necesidades de cada sector, como el de Inteligencia.
“La inversión se debe dar para cada unidad especializada: secuestros, robos, sicariato, entre otros. (…) Con eso, se va obtener la captura de bandas u organizaciones criminales que atentan contra el bienestar social de la población”, sostiene el ex director general del PNP.
De acuerdo con el último informe del Ministerio del Interior en el 2021 revela que la población peruana solo tiene un 24,3% de confianza en la Policía Nacional del Perú y el 73,2% no confía en la institución nada o poco.