La temporada de observación de ballenas en el norte peruano es de julio a fines de octubre: aún se pueden ver más ejemplares de este cetáceo. (Foto: Saraí Cortez)
La observación de “Glaciar” se produjo en plena temporada de avistamiento y reproducción de estos mamíferos acuáticos. Cortez, bióloga marina que presenció el evento, indica que su extraña coloración podría deberse a una alteración de pigmentación en su piel.
Por Melannie Llimpe
El avistamiento de una ballena jorobada blanca en agosto, en el mar peruano, ha sido la novedad de este ciclo de arribo del más grande de los cetáceos al norte del Perú. Saraí Cortez, bióloga marina y testigo del suceso, contó que el encuentro se produjo en periodo de observación de estas especies. “Estamos en temporada de avistamiento de ballenas. Dichos cetáceos llegan a estas zonas del norte del Perú, de julio a fines de octubre, aproximadamente”, indicó a Punto Seguido.
De acuerdo con la experta, esta época coincide con su fase de reproducción, por lo que verlas no es insólito por estos meses. No obstante, destacó que la tonalidad blanca fue su característica más sorpresiva. “Lo inusual fue la coloración de este individuo”, reveló. “Hay aproximadamente 89 especies de cetáceos alrededor del mundo y, de ellos, 25 tuvieron reportes de algún tipo de alteración en su pigmentación”, añadió.
En el 2022, se anunció el nacimiento de una cría blanca de ballena jorobada en Costa Rica. Para Cortez, la posibilidad de que “Glaciar” —como fue nombrado el cetáceo avistado— sea dicho mamífero es alta. “Es el primer registro de una ballena jorobada [blanca] en el norte del Perú y el segundo en el Pacífico Oriental. El primero fue en Costa Rica en 2022”, mencionó. “Se comunicó que allí había nacido una ballena blanca.Probablemente, el individuo que vimos sea la cría que se reportó en ese país”, comentó.
Según la organización Whale & Dolphin Conservation, las ballenas jorobadas suelen migrar a aguas cálidas en época de apareamiento. Acerca de ello, Cortez expresó que el lugar y la temporada coinciden con la familia de cetáceos a la que probablemente pertenezca “Glaciar”. “Es una población cuya área de reproducción abarca desde el norte del Perú hasta el sur de Nicaragua. Es posible que la ballena haya estado en alguna de esas zonas”, agregó Cortez.
Dicha bióloga marina contó que continúan trabajando con colegas costarricenses para confirmar que “Glaciar” sería la ballena nacida en dicho país en 2022. Acerca de su pigmentación blanca, Cortez señaló que diversos factores podrían ocasionar dicha alteración, como el albinismo, el leucismo o el piebaldismo.
Sin embargo, destacó que su causa confirmada todavía es desconocida y se necesitan más estudios para establecerla. La científica precisó los problemas de salud que acarrearía “Glaciar”, en caso de que padezca albinismo. “Los cetáceos afectados poseen un sistema inmune bastante delicado y, con ello, su porcentaje de mortalidad se incrementa”, enfatizó.
Finalmente, Cortez manifestó que la observación de la ballena blanca se dio bajo los estándares que regulan este proceso. Dicha norma es la Resolución Ministerial Nº 451-2019-PRODUCE, que establece las distancias mínimas de acercamiento a cetáceos. Según el artículo 2, aproximarse a madres con crías está prohibido y que, ante el encuentro con estos grupos, el área deberá abandonarse lentamente hasta alcanzar no menos de 300 metros. “Mantuvimos una distancia apropiada. Eso le generó a “Glaciar” la confianza para acercarse y, gracias a ello, el avistamiento fue exitoso”, concluyó Cortez.