Tras la salida del ejército Estadounidense del territorio Afgano, los talibanes tomaron el control de Kabul, creando caos, incertidumbre y temor. Sentimientos que no han sido ajenos a los periodistas que se encuentran intentando cumplir con su labor en el territorio.
El pasado mes de julio, la NAI, grupo creado para defender los derechos de los medios de comunicación independientes en Afganistán, informó que al menos 30 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación han sido asesinados, heridos o secuestrados en Afganistán hasta la fecha del informe. Sin embargo, tras la toma de los talibanes en Kabul es lamentable informar y reconocer que esos números se multiplicarán con el paso de los meses.
Caso Nematullah Naqdi y Taqi Daryabi
Taqi Daryabi, fotógrafo de 22 años y Nematullah Naqdi, camarógrafo de 28 años, ambos trabajadores de uno de los principales diarios afganos, Etilaat Roz, acudieron la mañana del pasado miércoles 8 de septiembre a cubrir una manifestación ante una comisaría de Kabul. Dicha manifestación tenía como finalidad defender el derecho de las mujeres a trabajar y estudiar. La manifestación apenas comenzaba y se desarrollaba de forma pacífica, hasta que un grupo de talibanes que patrullaban la zona comenzaron a confiscar cámaras y celulares. Nematullah asustado por la situación, logró escapar de la requisa y dejar su cámara a una manifestante, sin embargo, los talibanes lo persiguieron y lo llevaron a la fuerza a la comisaría.
Después del trayecto fue sometido y encerrado en una habitación vacía, comenzando así la tortura para el joven periodista. “Eran cuatro o cinco”, cuenta. “Me ataron las manos a la espalda, me tumbaron en el suelo y me golpearon con palos, cables y tubos. Con todo lo que podían encontrar”,describe. Nematullah no solo fue víctima de agresiones físicas sino también de insultos y ofensas, la situación fue tan terrorífica que sintió cercana la muerte. “Gritaba, no paraba de decir que era periodista, pero no les importaba. Les daba igual. Me dieron patadas en la cabeza, me destrozaron la espalda… Duró unos 10 o 15 minutos. Creí que me mataban”, recuerda.
Tras la tortura, Nematullah fue llevado a una celda donde se encontraban aproximadamente 15 personas, es ahí donde encontró a su compañero Taqi ensangrentado, quien también había sido detenido y golpeado. “Estábamos tumbados en el suelo, me dolía tanto que no podía moverme”, declaró Taqi. Tras cuatro horas, los talibanes los liberan insultándolos.
Caso Toofan Omar
El pasado 9 de agosto del 2021, un grupo de hombres armados dispararon contra Toofan Omar, director de la emisora radial Paktia Ghag y funcionario de la NAI, grupo creado para defender los derechos de los medios de comunicación independientes en Afganistán. Quienes al saber de la terrible noticia decidieron salir a denunciar el incidente públicamente. El director de dicho grupo declaró lo siguiente: «Omar fue asesinado por hombres armados no identificados, era liberal… nos atacan por trabajar de forma independiente», dijo.
Caso Nematullah Hemat
Lastimosamente, Toofan no fue el único que perdió la vida a manos de la violencia ejercida por los talibanes. El 8 de agosto del 2021, funcionarios del Estado de la provincia de Helmand, denunciaron que un grupo de talibanes habían secuestrado a un periodista local, Nematullah Hemat, en su casa de Lashkar Gul, capital de la provincia de Lashkar Gah. Hemat trabajaba para un canal de televisión privada llamado Gharghasht TV, sus compañeros de trabajo quedaron conmocionados y atemorizados tras la noticia, el director del canal Razwan Miakhel se pronunció al respecto diciendo lo siguiente: «No hay absolutamente ninguna pista de dónde se han llevado los talibanes a Hemat. Estamos realmente en estado de pánico”.
Caso Deutsche Welle
El 20 de agosto del 2021, la comunidad periodística alemana denuncio el asesinato de un familiar de un periodista afgano que trabaja para la cadena de televisión Deutsche Welle. Según la cadena de televisión, los talibanes irrumpieron en el domicilio del periodista, sin embargo, no pudieron encontrarlo debido a que en ese momento se encontraba trabajando en Alemania. Como venganza por la ausencia del periodista, dispararon a su familia, asesinando a uno de sus miembros y dejando a otro de ellos gravemente herido. Tras estos lamentables sucesos, el director de Deutsche Welle,Peter Limbourg, condeno el crimen e hizo un pedido al gobierno alemán para que actué: “El asesinato de un pariente cercano de uno de nuestros editores por parte de los talibanes es increíblemente trágico y muestra el grave peligro que corren todos nuestros empleados y sus familias en Afganistán”. Asimismo, Limbourg desesperado por ayuda, mencionó que los talibanes habían registrado las casas de al menos tres periodistas de Deutsche Welle.
Lastimosamente la lista sigue aumentando, Amdadullah Hamdard traductorque solía trabajar para el semanario Die Zeit, recibió varios disparos en la calle de la ciudad de Jalalabad, así como, el fotógrafo y ganador del premio Pulitzer Danish Siddiqui, fue asesinado en la ciudad de Kandahar.
Periodistas en peligro
Tras los diversos casos de desapariciones y asesinatos, diversas organizaciones de noticias afganas han pedido auxilio y apoyo al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a los líderes de la Cámara de Representantes, con la finalidad de que consideren la posibilidad de brindar visados especiales de inmigración a los periodistas afganos y al personal de apoyo. Asimismo, el director del diario Etilaat Roz, Zaki Daryabi hizo un pedido a todos los medios para que se unan a denunciar los actos de violencia cometidos declarando lo siguiente: “El discurso oficial no tiene nada que ver con la realidad que vemos en las calles”.
Sin duda, es una situación terrorífica la que están pasando los periodistas en Afganistán, quienes por su constante labor y deber de informar han tenido que pasar por horribles escenarios que han llevado a algunos hasta la muerte.