Conoce la historia de la comunidad de mujeres que se resiste a verse limitadas por su condición de madre.
Escribe: Rafael Calagua
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Uno de los vínculos más importantes en el desarrollo humano es aquel que une a una madre con su hijo. Por ello, la práctica ancestral conocida como porteo ergonómico obtuvo popularidad en los últimos años. Dicho método consiste en tener al bebé pegado al cuerpo de la mamá para simular el confort que vivía en el vientre. Esto no solo beneficia a la lactancia y descanso del pequeño, sino que también favorece a la autonomía de la mujer para incluso ensayar coreografías de baile.
“Baile y Porteo Perú” es el nombre de la organización sin fines de lucro de la comunidad “Ñañapuralla Ayllu”, que por segundo año consecutivo fue finalista en el concurso IMAsivo de México. La agrupación que también promueve la crianza con apego y el amor por el baile como forma de celebrar la maternidad, obtuvo el segundo lugar en una competencia donde cada país participante forma una ‘tribu’ de mujeres que danzan una misma coreografía con bebés.
Al respecto, Patricia Gárate, líder del equipo, comentó que en la preparación previa entrenaron tres veces por semana y no estuvieron solas. La Municipalidad de Jesús María les brindó el espacio de la Casa de la Juventud y Linaje Peruano colaboró con un coreógrafo. Sostiene además que lo que identifica a las integrantes es que no son precisamente bailarinas con experiencia previa, sino que las une el gusto de disfrutar ese momento con sus hijos. Muchas de ellas respondieron a una convocatoria online para el concurso y formaron una cercanía natural que demuestran al llamarse ‘ñañas’, que significa hermanas en quechua.