Foto: Diario Uno
La liberación de la CTS y el retiro de la AFP ha generado una discusión en torno a su efectividad y conveniencia en momentos de crisis
Escribe: Cindy Andrade
El escenario actual ha generado que todos seamos menos ricos, afirma el economista Carlos Anderson. Es decir, si tú tenías un departamento que valía 100 000 dólares, ahora ya no es así. A esto se le suma, el miedo al desempleo, que es mayor al desempleo mismo. Esta situación produce la caída de la demanda que se traduce en una ola depresiva.
Sin embargo, ¿qué se entiende por una ola depresiva? Anderson explica que, al caer el consumo, las empresas producen menos, y por ende se generan despidos que, a su vez, hace que el consumo se reduzca. Entonces, regresamos al principio, el consumo cae, se produce mucho menos, y se crea la ola depresiva que el Estado busca evitar, para así no caer en una depresión económica.
Para ello, se tomaron medidas como la liberación hasta 2 400 soles de la CTS (Compensación por Tiempo de Servicios). El economista Eduardo Recoba manifiesta que cualquier iniciativa que inyecte liquidez a las familias se saluda, aunque aún es muy pronto para conocer el impacto que esto generaría. Asimismo, Recoba recalca que liberar la CTS en un universo tan pequeño como lo es el sector formal no generaría una diferencia abismal. “Más impacto tendría un programa social como el de los 380 soles a familias en estado vulnerable”, afirma.
Por otra parte, el economista Carlos Anderson afirma que la liberación de la AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) hasta por 2 000 soles por quienes no hayan aportado en los últimos 6 meses es una medida que no resuelve nada. “No significa mayor aprieto para las empresas de AFP ni tampoco soluciona las necesidades de liquidez de la población, enfrentados al fantasma del desempleo”, manifiesta.
A estas medidas se le suma la intención del nuevo Congreso de poner a disposición de los aportantes el 25% de sus ahorros. Para que esto se dé, se tendría que eliminar activos, y en momentos de crisis, hacer eso no es lo más inteligente. En este sentido, el problema es que se ha planteado el tema como si tuviera que ser una o la otra medida. “Cuando en realidad deberían proponerse mecanismos intermedios, puesto que esto no es el desastre que dicen las AFP, ni las maravillas que se proponen sin pensar mucho”, declara Anderson.