Acueducto de Cantayoc destruido por flujo de personas y por humedad.
Fotografía: Nadinne Pereyra
En Ica, los acueductos de Cantayoc se enfrentan a un grave deterioro debido a la falta de mantenimiento y protección. La inacción de las autoridades pone en riesgo un legado cultural invaluable y crucial para la conservación de la historia en el Perú.
Por Nadinne Pereyra
Actualmente, existe una gran preocupación en torno a unas espirales creadas hace unos 1.700 años cerca de la ciudad de Nazca. El patrimonio cultural, considerado como la mejor creación hidráulica precolombina, representa uno de los legados más importantes en la cultura Nazca y hoy se encuentra en abandono. Según Leonardo Rojas, guía oficial de turismo en Nazca, gran parte de los acueductos de la localidad no cuentan con el debido cuidado, además menciona que tanto el Ministerio de Cultura en Nazca como la municipalidad no demuestran interés en preservar este atractivo turístico.
La situación actual es preocupante, ya que muchos de los canales están obstruidos por sedimentos, mientras que otros han colapsado parcialmente debido a la falta de mantenimiento. La infraestructura circundante, como las escaleras de acceso y los muros de contención, muestra signos visibles de desgaste. Estos problemas amenazan con la pérdida de una obra maestra de la ingeniería antigua y también afectan directamente a las comunidades locales, que aún dependen del agua que fluye a través de estos acueductos.
De acuerdo con Rojas, existen alrededor de 30 acueductos ubicados en el sector de Cantayoc; y ocho de ellos evidenciarían desbordes de tierra y derrumbes en sus espirales. Se trata de un proceso de deterioro progresivo que se agudizará con la llegada de las lluvias en los próximos meses, sumada a la expansión urbana que no cuenta con controles por parte de las autoridades.
Inacción y desidia estatal
La falta de una política de protección y conservación adecuada ha dejado a los acueductos vulnerables, lo que ocasionaría su destrucción total en un futuro cercano. En sintonía por lo expresado por Rojas, las intervenciones realizadas hasta la fecha han sido esporádicas y carecen de una estrategia a largo plazo. “Aunque se han iniciado diversos proyectos para el mantenimiento y limpieza de los acueductos, ninguno de ellos se ha completado hasta la fecha”, aseguró.
“Se está cobrando por más de 20 años (a los turistas) y es evidente que estos fondos no se han reinvertido en este patrimonio. Es un descuido del Ministerio de Cultura que no ha saneado los acueductos”, agregó.
En el año 2019, 42 acueductos de Nazca han sido inscritos en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial de la Convención de Unesco de 1972. Sin embargo, actualmente el colapso de los acueductos de Cantayoc no solo representaría la pérdida de un monumento histórico, sino también un golpe a la identidad cultural de la región y del país.