La sostenibilidad en los negocios es una tendencia mundial. En ese sentido, la economía circular propone minimizar el desperdicio sin perjudicar las ganancias. Pero, ¿es realmente posible en la práctica?
Escribe: Marisol Alvarado
Cada día, millones de bienes son producidos y despachados al mercado, los mismos que serán usados y luego descartados por el consumidor. Dicho proceso genera toneladas de basura que se acumulan en la tierra y el mar, lo cual se ha convertido en un problema para la vida en nuestro planeta. Por ello, la economía circular (EC) surgió como una alternativa para enfrentar este problema.
La fundación Ellen MacArthur describe a la EC como “un sistema resiliente que es bueno para los negocios, las personas y el medio ambiente”. Además, añade que los tres principios de la economía circular son los siguientes: regenerar la naturaleza; la circulación de productos y materiales; así como la eliminación de desperdicios y contaminación. A través de ellos se busca maximizar el aprovechamiento de recursos e invertir la tendencia de desperdicio actual. Por otro lado, este modelo no se restringe a una industria particular, por lo que podría ser beneficioso para empresas de diversos rubros.
“La empresa del futuro sabrá que su éxito dependerá de su manera de relacionarse con la sociedad y con el entorno”, explica Carol A. Adams, profesora de la Universidad de Durham y experta en negocios sostenibles, en su libro Reinventar la empresa en la era digital. La autora argumenta que las empresas que adopten prácticas sostenibles se convertirán en “las empresas del futuro”, capaces de operar con eficiencia y sobrevivir a los retos que presenta un futuro trastocado por el cambio climático.
Lo anterior suena prometedor, pero el modelo también ha recibido críticas que interrogan su viabilidad. Sucede que la transición a una economía circular implica cambios a todo nivel del sistema productivo para las empresas y el sector público: desde la extracción hasta la manufactura, incluyendo el traslado a puntos de venta y posterior consumo. Además, requiere adoptar un nuevo sistema de acopio de desechos para garantizar su reinserción en la cadena de producción. Por ello, hay quienes se muestran escépticos cuando se discute su implementación.
¿Te interesa conocer más al respecto? Mira aquí nuestra entrevista con Eduardo Venegas, experto en economía circular.