Una de las fiestas más populares durante el mes de octubre es Halloween. Esta celebración tiene un origen europeo, al igual que el género del terror.
Escribe: Micaela Ríos Ulloa
El pasado 15 de octubre, se estrenó la película Halloween Kills que sigue con la saga del asesino serial, Michael Myers. Después de una larga reprogramación por parte de la productora Universal Pictures debido a la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, la palabra “Halloween” viene de muchos años atrás.
La historia de Halloween
Los pueblos celtas vivieron durante los siglos VIII y I a.C. Estas tribus eran conocidas por ser feroces y guerreras. Además, tenían una celebración a finales de octubre para conmemorar la final de la cosecha, el Samhain. Esta fiesta despedía al dios del Sol, Lug, para dar paso al tiempo en donde las hojas caen de los árboles, otoño. Los irlandeses fueron quienes expandieron esta tradición a lo largo del continente.
La celebración empieza cuando encendían las hogueras en las colinas de Irlanda. La comida era dejada afuera de las casas como una ofrenda. Entre los platos típicos era el colcannon, un puré de papas mezclado con col, mantequilla y pimienta. Asimismo, los celtas preparaban el pan de pasas y sultana, el barmbrack.
Otra actividad que hacían era encender velas para que las almas encontraran un camino hacia el más allá. Una de las características que sigue hasta el día de hoy es que los adultos se disfrazaban para proteger a sus hijos de las criaturas de la noche como los duendes, fantasmas y espíritus.
En Reino Unido durante el siglo VII, el cristianismo empezó y modificaron esta fiesta pagana a “All Hallows’ Eve” o el “Día de todos los santos”. El papa Gregorio cambió de fecha a 1 de noviembre, ya que antes se celebraba el 13 de mayo.
En los años 1500 a 1800, prender las hogueras fueron populares de nuevo, con el fin de ahuyentar a las brujas y enfermedades, similar a los celtas. Por el otro lado, los niños cantaban rimas por las almas de los muertos y recibían pasteles como pago.
Ante la Gran Hambruna (1845-1849), más de un millón de europeos emigraron a Estados Unidos y replicaron sus tradiciones en el nuevo continente. Los estadounidenses iniciaron a adquirir estas costumbres como colocar un espantapájaros en los cultivos de maíz y los niños empezaron a decir “trato o truco”. Después de la Segunda Guerra Mundial, una gran parte del país ya celebraba Halloween hasta el día de hoy.
El origen del género de terror
Los directores alemanes originaron cine de terror a inicios de los años 20. La Primera Guerra Mundial afectó a Alemania, sobre todo, porque establecieron que no estrenaran películas extranjeras en el país. Por ello, crearon el Universum Film AG (UFA) porque vieron que las películas tenían una gran influencia social para hacer propaganda a favor de Alemania.
Mientras tanto, el expresionismo fue un movimiento artístico que expresaba las emociones de los autores, el rechazo por lo normal y la fascinación por la distorsión, según el libro “Breve Historia del Cine” de Antonio Rodríguez Vela.
El expresionismo llegó tarde al cine. Anteriormente, los cineastas hacían autorefilm o películas de autor que eran extractos de obras teatrales. Por ejemplo, El Estudiante de Praga (1913) de Paul Wegener y Stellan Rye. Con algo de ayuda de la UFA, algunos directores empezaron grabar nuevas películas influenciados por el expresionismo.
Al no contar con un gran presupuesto, tuvieron que construir escenarios en la UFA basados en la arquitectura de ese tiempo. Principalmente eran espacios geométricos y pintados para crear una luz y sombra, esto era para crear un ambiente dramático. Los temas eran de demencia, lo sobrenatural, la traición y las críticas a la política de Alemania, sobre todo, con el inicio del nazismo. Asimismo, las actuaciones eran exageradas, al igual que el teatro.
Algunas películas del expresionismo alemán son:
- El gabinete del doctor Caligari (1920) – Robert Wiene
- Metrópolis (1927) – Fritz Lang
- Nosferatu (1922) – Friedrich Wilhelm Murnau
- El Gólem (1920) – Paul Wegener, Carl Boese
- Fausto (1926) – Friedrich Wilhelm Murnau
- La Caja de Pandora (1929) – Georg Wilhelm Pabst
Ante el éxito del expresionismo alemán en Europa y Estados Unidos, Hollywood decide sacar películas de la misma temática de terror. En este caso, Universal Studios estrena cintas sobre obras literarias como Frankenstein (1931), con la actuación de Boris Karloff. En la década de los sesenta, los zombies son la atracción de películas como La noche de los muertos vivientes (1966).
Durante la Guerra Fría, los directores decidieron explorar el espacio con las películas de extraterrestres y monstruos. Tales como Alien – El octavo pasajero (1979) y La Cosa (1982). Una de las temáticas más repetidas en el cine de terror es sobre las posesiones demoniacas y la figura del diablo como El Exorcista (1973) y La Profecía (1976).
Finalmente, una influencia que los estadounidenses tomaron del expresionismo alemán fue para el cine negro o policiales. El Silencio de los Inocentes (1991) trata sobre un asesino en serio que es investigado por una policía. Además, los asesinos seriales fueron populares durante los setenta en Friday 13th (1980) o Pesadilla en la calle Elm (1984).
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