Por: Angela Valdivia
Vanna Pedraglio es la fundadora de Vanna Coach: un nuevo método de ejercicios que está revolucionando en Lima. El hecho de ser una entrenadora a veces puede intimidar tanto a hombres como a mujeres, tal como ella confiesa, pero basta hablar con ella cinco minutos para poder ver a la verdadera Vanna. Una persona muy alegre y sociable, quien siempre parece estar de buen humor para todos y hacia todo.
Corriendo por más endorfinas
En el corazón de Miraflores, cerca al parque Kennedy, existe un lugar llamado Vanna Coach. Por fuera uno no se puede imaginar lo que viene ocurriendo dentro de este gimnasio. No es el típico ‘gym’, ese lleno de máquinas por todos lados de color gris o negro o quizás en algunos casos algún color primario de suerte. Vanna Coach es más bien todo lo contrario: es un espacio colorido por todos lados y no con tantas máquinas, sino más bien cosas sencillas, como por ejemplo conos, mats, sogas para saltar, entre tantos otros. Precisamente esa fue la idea que tenía en mente Vanna al empezar este proyecto: que sea más un juego.
– Cuando la gente viene a Vanna Coach y recuerda cuando hacían deporte, siempre regresan a épocas del colegio o de su niñez. Es por ello que quise hacerlo de esa forma. Que sea una especie de juego porque el cuerpo está diseñado para todo eso.
Vanna tiene una voz enérgica y al hablar con cualquier persona lo hace con tanta familiaridad que es difícil no sentirse cómodo rápidamente. Uno se olvida que es una extraña y empieza a sentirla como una amiga.
Cuando se le pregunta sobre el significado del deporte en su vida, lo responde con una seguridad que no se ve muy seguido: felicidad. Y es que Vanna, desde que tiene memoria, ha estado rodeada de este ambiente de deporte, principalmente del surf, ya que su mamá lo practicaba y vivían en la playa. En medio de una canción de pop que hace querer levantarse a bailar o incluso ejercitarse, Vanna comenta que parte de su rutina diaria es hacer deporte en las mañanas. Cuando lo dice uno puede sentir la importancia de esto. Uno siente que es como su aire, ella necesita hacer deporte todos los días para poder funcionar como persona. Aunque a veces no lo parezca, aunque a veces parezca más máquina por su disciplina y fuerza al ejercitarse. Diego, su esposo, la describe precisamente de esa manera: Vanna es una máquina, muy pocas mujeres en el mundo tienen esa fortaleza al hacer deporte.
Para que Vanna Coach se logre concretar, Vanna tuvo que pasar por muchas cosas. El ser tan metódica con cada cosa que se propone, así como también el hecho de querer ser su propia jefa la llevaron poco a poco a cumplir este gran proyecto. Al regresar de España, luego de haberse decidido ir 3 años y medio antes sin siquiera pensarlo dos veces y haber decidido volver de la misma manera, Vanna empezó con 400 dólares en el bolsillo. Se le ocurrió entrenar a los muchachos que practicaban surf y que eran amigos de su hermano, Tony. Era algo que aún no se hacía mucho en Perú, así que decidió innovar con esta idea. El siguiente paso fue el entrenar a deportistas. Es así como Vanna se fue haciendo más conocida, ya que cada vez era más solicitada. Su método era algo nuevo y a la gente le estaba gustando.
No muchos saben, pero Vanna Coach nace también de una idea de bondad, se podría decir. La intención de Vanna era la de poder brindarle a la sociedad un proyecto que pueda ayudar a mejorarla. En este caso es el de intentar hacer que esta sociedad sea más feliz a través de un servicio de preparación física. Ella es bastante dedicada con cada proyecto que empieza. Se entrega al 110% y es por ello que jamás está satisfecha con lo que hace. Se considera a sí misma una perfeccionista y obsesiva, virtudes según su mamá, Elizabeth, pero defectos según la propia Vanna.
Tiene una mirada bastante penetrante al enfocar sus ojos en cualquier persona, pero ello no es motivo de intimidación, sino más bien una muestra de toda la pasión que siente por lo que hace. La entrenadora cuenta de que hace poco se graduó de Coach Nutricional, pero de manera integral, lo cual es para ver el tema emocional en cuanto a alimentación se trata. Vanna empezó estudiando biología en la Universidad Agraria en la Molina, pero luego decidió irse a España de manera repentina.
– Soy muy impulsiva – dice de repente.
– ¿Te arrepientes de alguna decisión que hayas tomado por ser impulsiva? –se le pregunta.
– Creo que no. Creo que si haces algo por impulso es porque tienes ese sentimiento que te dice que lo hagas, algo dentro de ti. He aprendido con todas las experiencias que he tenido que al final no pasa nada, pase lo que pase le encontrarás una solución –responde ella con una voz llena de seguridad. Una voz que hace que uno se sienta tan valiente como ella, aunque sea por unos segundos.
Vanna es la definición de fortaleza, algo con lo cual concuerdan su esposo y madre. Pero no solo por el hecho de que sea una mujer que ejercita bastante o porque en algún momento fue conocida por sacarle la mugre a cualquiera, sino por su manera de ver las cosas. Ella no es de temer a nada. Se considera una persona a quien le encanta vivir sin miedo; es por ello también su impulsividad. Aquello la ha llevado a tomar decisiones buenas y malas, pero de las cuales no se arrepiente de ninguna, ya que todas esas experiencias la llevaron a donde se encuentra hoy en día.
Según cuenta esta mujer fortaleza, su único lamento es no haber estudiando también administración. No por algo personal, sino porque quisiera saber manejar y administrar de mejor manera Vanna Coach. Se alegra de tener a Diego a lado, ya que es él quien le sabe ayudar con esas cosas. El hecho de ser ingeniero a Diego lo lleva a analizar las cosas de forma más numérica y eso, según Vanna, hace que exista un balance y complemento entre ambos. El ying y el yang. Ambos traen algo a la mesa que los ayuda a ser mejores juntos cada día.
El segundo bebé
– Mi hijo era este gimnasio –dice Vanna, mientras apunta hacia aquel espacio colorido y lleno de música bailable en donde en ese momento hay un par de chicos entrenando.
Actualmente Vanna lleva 7 meses de embarazo y cuando alguien le pregunta respecto al nuevo integrante de la familia, Bastian, sus ojos se agradan aun más y empiezan a tener un brillo especial. Un brillo que solo existe cuando uno habla de algo o alguien amado, de algo único. Hasta hace un año no estaba en sus planes tener hijos, pero de repente Diego y ella notaron que llevaban una vida muy linda y que podían darse el tiempo de crear a un buen ser humano. Un mini ser humano, por ahora, quien también los hará mejores personas a ellos.
Vanna es totalmente consciente que toda su vida va a cambiar. Que incluso los cambios ya han comenzado desde hace un tiempo. Afirma que es ahora más estricta aun en cuanto a gustos de comida se trata. Uno tiene que ser consciente de que todo lo que consuma se irá directamente hacia él. Yo quiero ofrecerle lo mejor en todo lo que pueda.
Confiesa que los primeros dos meses luego de haber nacido se los dedicará exclusivamente a Bastian, ya que desea conocerlo a él y que él también la conozca muy bien a ella. Por cómo se expresa, cada palabra llena de amor, Vanna demuestra las ansias que tiene de que llegue el nuevo integrante de la familia. Ella sabe hablarle y él, como respuesta, a veces se mueve.
– ¿Recuerdas cuándo o dónde fue que te dio la primera patada? –se le pregunta. La curiosidad es grande.
– Cuando estaba en Nepal. Me fui con mi esposo allá y mientras estábamos en el hotel… ‘’pum’’. Se movió. Se siente bastante raro, como si algo dentro de ti está por todos lados. Aunque mientras más crece es que se mueve más, incluso la cabeza, y empiezas a sentir dolor por todos lados –dice ella, mientras coloca sus manos sobre su barriga y sonríe. Sonríe para sí misma, como si en ese momento se le cruzaran pensamientos de felicidad.
Levanta la mirada y aún queda un rastro de la sonrisa que tenía. Bastian parece tenerla soñando últimamente. Al principio los médicos les habían dicho a Diego y a ella de que tendrían a una hijita. Incluso ya tenían un nombre elegido: Milana. Luego de un mes vieron que se habían equivocado y entonces Bastian comenzó a ocupar los corazones de todos aquellos que se encuentran cerca, entre ellos su abuela. Elizabeth se muestra muy emocionada por la llegada de esta gran alegría que viene en un paquete pequeño, y está más que segura de que su hija sabrá manejar las cosas de la mejor manera. Confía totalmente en la organización y compromiso de Vanna con todo lo que hace.
– ¿Cómo se te ocurrió Bastian?
– Bueno, yo he crecido con un nombre único, nunca he conocido a nadie que se llame igual que yo y quería lo mismo para él. Creo que el nombre forma parte de la identidad y eso es muy importante para mí. –confiesa ella.
– ¿Qué significa?
– Es un nombre griego que significa el venerado, un nombre con fuerza. Siento que con García (por Diego García) sienta muy bien. –lo dice sonriendo.
– ¿Ha sido un reto entrenar embarazada?
– Ha sido un proceso el cual he disfrutado en todo momento. Conozco mi cuerpo, conozco el cuerpo, sé realmente mis limitaciones y mis fortalezas. En este proceso no soy yo, es él. –admite.
Se nota en la mirada, la sonrisa y hasta en la manera en cómo dice las cosas, las ansias de Vanna ante la llegada de Bastian. Es consciente de todo lo que se viene y los cambios y sacrificios que habrán de por medio, pero admite que los asumirá con todo el amor del mundo, ya que como ella misma dice: No soy yo, es él.
Como humana, no máquina
La fuerza física de Vanna camina de la mano con la fuerza mental que tiene. No es algo que aparezca mágicamente tampoco. Ella confiesa que, sobretodo, últimamente se ha dedicado a leer libros del Dalai Lama, los cuales le han ayudado bastante a tener una nueva visión: apreciar las cosas simples que la vida ofrece.
Pasear a los perros en un onesie o mirar películas tirada en la cama con Diego son sinónimos de felicidad para ella. A pesar de que muchos puedan creer que es una workaholic, definitivamente no lo es. Hacer deporte para ella no es considerado como trabajo, sino como un estilo de vida. Un estilo que le trae felicidad porque le hace sentir bien física y mentalmente.
Cuando habla respecto a las cosas importantes para ella, su rostro se pone un poco más serio y lo dice con toda la certeza del mundo: la familia.
– Lo más importante es pasar tiempo con la familia. A veces mucha gente cree que tener más dinero los hará feliz y eso no es cierto. –afirma.
Es por ello que para Vanna la privacidad e intimidad son dos cosas fundamentales. Su decisión de casarse en Italia se debió en gran parte a ello: el deseo de algo íntimo. La boda se llevó a cabo en un pueblo cerca a la frontera con Suiza. Un pueblito hermoso. Fue en el medio del bosque, junto con todos aquellos que vivían en la aldea, cerca a la casa de un escultor apellidado Pedraglio. Vanna y Diego querían una boda que vaya más con su estilo, así que por ello optaron por algo tranquilo y que sabían que no olvidarían jamás.
En un mundo lleno de hombres, Vanna supo hacerse oír, tal como ella dice. Tiene cuatro hermanos y cuando se le pregunta si hubiera deseado tener a una hermana, ella dice tajantemente que no. Le alegra haber crecido en el ambiente en el que creció. Eso la ayudó a ser quien es ahora: una persona que lucha para obtener lo que quiere, una mujer que lucha por sus ideales.
– ¿Con qué personaje histórico te identificas más?
– Con Juan de Arco. –dice ella mientras sonríe. Es una de las primeras mujeres pioneras y guerreras.
En el fondo está sonando la canción de Beyoncé ‘Run the world (girls)’. Para todo el que la haya oído sabe que la letra tiene que ver con el poder de las mujeres sobre el mundo, el dominio de este, al menos esa es una manera de ponerlo. Es curioso que suene esta canción mientras Vanna, una entrenadora personal, quien hoy en día es dueña de uno de los gimnasios más prometedores de Lima, esté diciendo que se identifica con Juan de Arco. Aquella mujer quien es considerada una heroína y luchadora.
Y es que Vanna no podría haberse identificado con alguien mejor. Todo aquello que se propone, lo logra. Por todo lo que demuestra más que con sus palabras, sus acciones, ella realmente aplica su lema a su día a día: Nada me detiene.