Semanas previas a las elecciones municipales, las calles de Lima se encuentran atiborradas con carteles que promocionan a los candidatos a la alcaldía.
Redacción y Video: Angie Anticona
En octubre se celebra el Señor de los Milagros, el Día de la Canción Criolla y Halloween. Este 2018, además de estas típicas celebraciones, se llevará a cabo una festividad política: las elecciones municipales y regionales. Así como la gente compra su traje por el mes morado o su disfraz para la noche de las brujas, este 7 de octubre, cada ciudadano tendrá que decidir cuál será la camiseta política que vestirá. Quienes decidan llevar un traje amarillo, probablemente voten por Luis Castañeda Pardo; las personas que opten por la combinación de azul y naranja, quizá se inclinen más por Renzo Reggiardo. Habrá, además, quienes estén muy patrióticos y elijan el rojo y blanco, en alusión a los colores del Apra. Sin embargo, en el día electoral, tal vez también haya muchos indecisos que recién decidirán por quién votar instantes antes de entrar a las urnas. Habrá gente que con premura se dirigirá a su local de votación en taxi, carro propio, bicicleta, transporte público o a pie. En el trayecto, muchos recordarán las propuestas de sus candidatos, ya sea porque los oyeron en el debate, alguna entrevista o breve declaración, pero también habrá otros quienes tengan una memoria no tan auditiva, sino más bien visual y empiecen a recordar los símbolos, colores y frases que decían en los paneles de propaganda que se encontraban en las calles. Algunos de estos elementos podrían ser decisivos a la hora de la votación.
Para cualquier habitante, que transita con frecuencia por grandes avenidas y zonas concurridas, no será extraño haber leído más de una propuesta en estos carteles, en los que se publicita a los candidatos. Algunos sobresalen por sus colores y tamaño, pero todos destacan en un aspecto: las promesas para mejorar nuestra ciudad. Hay todo tipo de propuestas: aquellas que ofrecen trabajar sin corrupción, erradicar la inseguridad ciudadana, brindar mayores oportunidades de trabajo a los jóvenes, sincronización de semáforos y combatir la congestión vehicular.
FALTA DE CREATIVIDAD
Los expertos coinciden en que hay una falta de originalidad en el uso de los paneles callejeros por el empleo de nombres propios cortos, ofertas efectivas y ausencia de promesas diferenciales entre los candidatos que buscan ser alcaldes en diversos puntos de la ciudad.
Para el analista político Ramiro Escobar, como en un panel, el espacio es reducido, se colocan frases escuetas que van más por lo facilista y efectista: Adiós al crimen. También, sostiene que se juega mucho con los nombres de los candidatos como Kary, Carlos, Roberto o Enrique y puede que no se llegue a recordar el apellido. “Existe una ligera diferencia entre los mensajes de los carteles de zonas populosas y más exclusivas. Mientras en Miraflores o San Isidro, el mensaje puede ser una promesa por vivir mejor, en distritos como San Juan de Lurigancho o San Martín de Porres, el mensaje va más directo hacia combatir la delincuencia”, dijo.
EL BRANDING NO SE VINCULA CON LA IDEA
Según Nicolás Ortiz, especialista en marketing, los candidatos no saben usar adecuadamente los paneles. Por ello, no genera un impacto con la gente en el lugar. “En relación a los colores , no se trabaja bien el tema del branding , conforme al color y al partido, y cómo este se vincula con una idea. Esta confusión podría pesar en la decisión final, ya que estos elementos no están bien asociados”, agregó.
Las calles de la capital nos han ofrecido un buffet de propuestas y, este domingo 7 de octubre, cada ciudadano elegirá su mejor opción.
“Hay tanta oferta, tantos metros cuadrados de promesa, que para resaltar se necesita ser contundente con una promesa diferencial. Por lo que se ve no hay distintividad de una manera adecuada”, sostuvo el publicista Gustavo Rodríguez.