Franco Palacios crea esculturas relacionadas con el lado más grotesco de la sociedad y la mente humana
El artista plástico Franco Palacios o “feto de monstruo” se dedica a la escultura desde hace cinco años, cuenta que desde niño tuvo inclinaciones hacia el dibujo y las artes plásticas. “Hacía figuras con plastilina y creaba mis propios personajes”. También tuvo un gran interés por el stop motion, y con el tiempo empezó a replicar las técnicas por la misma necesidad de crear.
Influenciado también por las figuras coleccionables de Todd McFarlane(McFarlane Toy´s , artista creador del personaje de las historietas cómicas SpiderMan, Venom y el antihéroe Spawn), y otros artistas que le enseñaron e impulsaron en el mundo de las artes plásticas la escultura empezó a convertirse en un estilo de vida.
A la edad de 21 años decidió dejar la universidad donde estudiaba la carrera de Ciencias de la Comunicación para dedicarse por completo al arte. “Me dedicaba más a dibujar o a hacer arte que a atender a mis clases”, comenta. Fue así como empezó a vender sus primeras obras y decidió convertir las artes plásticas en su estilo de vida por completo.
“Es difícil ser un artista empírico e ir aprendiendo y buscar un sustento al mismo tiempo, la pandemia fue algo negativo inicialmente y en el Perú, la escultura no tiene mucho mercado. Pero siempre tengo una constante autocrítica conmigo mismo y felizmente, con la ayuda de las redes sociales, he sabido mantenerme tan solo con las artes plásticas”., manifestó el escultor.
Para Palacios, el arte es un constante aprendizaje y autocrítica, es necesario estudiar muchísimo cada disciplina para comprender el arte ya sea de manera empírica o académica.
Muchos de sus personajes son seres grotescos que representan su forma de ver la decadencia de la sociedad, problemas como la indigencia, la demencia, los excesos de drogas y también temas sobre la mente humana como las problemáticas que invaden ahora a la sociedad, la ansiedad, la depresión, las adicciones y diversas patologías mentales.
También se pueden ver entre sus obras a criaturas demoniacas y urbanas, seres del submundo y seres que viven en agonía.
“Hay muchas personas que se identifican con las obras con los monstruos y demonios que esculpo. Es una catarsis sobre la vida y lo hago por la necesidad de crear, uno crea todos los días”, señala el artista.