FOTO: Hansjorg Keller
Bajo las declaraciones del Estado yacen muchas inquietudes y dudas. La cuarentena se mantendrá por otro mes más, promoviendo la reanudación de ciertos negocios, el impulso del comercio electrónico y las actividades deportivas profesionales, pero ¿cuál es la estrategia tecnológica mencionada durante la pasada conferencia de Martín Vizcarra?
Escribe: Manuel Pablo Salazar-Vargas
No es de extrañarse que, en una época tan conflictiva como esta, la tecnología se haya consolidado tanto en el gobierno como en nuestras vidas. Así surgió la app Perú en tus manos como respuesta a la cadena de contagios por el coronavirus. A inicios de este año, el grupo Te cuido Perú de la mano del Minsa desarrolló el aplicativo que actualmente cumple tres funciones básicas: triaje digital o autoevaluación de posible infección por covid-19, recopilación de zonas de riesgo y alerta sobre el avance de la enfermedad en este país. Así se va componiendo la estrategia de gobierno digital en el Perú.
Gobiernos digitales
A partir de la fundación del Sistema Nacional de Transformación Digital (SNTD) en enero de este año, una de las líneas base de la gestión consiste en la implementación de herramientas tecnológicas en los sectores público y privado. Si bien el modelo ya es muy popular en otros países (incluso en Corea del Sur fue parte de la estrategia para el control del virus), promoviendo una comunicación multimedia con la población a través de redes sociales y un control informático, su constitución aquí depende de “la academia, del sector privado, la cooperación internacional, la sociedad civil y de los mismos ciudadanos para poner la tecnología al servicio de la población y lograr romper la cadena de contagio del covid-19”, indicó la Secretaria de Gobierno Digital de la PCM Marushka Chocobar en la plataforma digital única del Estado Peruano.
El pasado 7 de mayo, con la cooperación internacional de una serie de expertos en inteligencia artificial (IA) y análisis de datos como el MIT, universidades de prestigio como la UNI, La Salle o Stanford y el Ministerio del Interior de Corea del Sur, se implementaron mejoras en Perú en tus manos. En la app figuran puntos de calor que significan contagios de coronavirus por manzanas, y círculos naranjas donde hay personas que solo tienen síntomas del virus. Esto es gracias a la información de su ubicación que brindan los usuarios, quienes además realizan la autoevaluación de covid-19. Los infectados reciben indicaciones de cómo responder para no extender el contagio y existe una función especial: al notificar su estado le dan alcances al grupo Te Cuido Perú y el Minsa para que intervengan de manera directa.
No todo lo que brilla es oro
Pese a todo este progreso, el adjetivo digital al gobierno es aún joven. La aplicación presenta varias fallas como la poca periodicidad en las actualizaciones de contagiados y fallecidos, errores en el mapa (al ampliarlo desaparecen algunas zonas rojas) y no calcula el volumen de información falsa dada por algunos usuarios inescrupulosos. En resumen, los mismos ciudadanos le dieron una calificación de 2.8 (playstore) y de 3.2 (istore) sobre 5 a la fecha. “En breve se lanzará una siguiente versión que incluirá el algoritmo Trazado de Contactos para alertar a los ciudadanos sobre la posibilidad de que hayan compartido contacto directo con alguna persona afectada con el covid-19”, anunció Chocobar a inicios de mes, en la plataforma digital única del Estado Peruano. Asimismo, acotó Vizcarra durante la pasada conferencia presidencial del día 68 de cuarentena que otras mejoras le esperan a la aplicación, sin más precisiones. Una versión que seguimos esperando.
Sin embargo, cabe destacar lo oportuno del SNTD justo para este periodo, las fallas se pueden remediar en el corto plazo y parece existir un uso responsable y ético de los datos ofrecidos por los usuarios; según la secretaría de Gobierno Digital, no serán tratados con fines comerciales y, acabada la crisis, todos ellos serán eliminados junto con la aplicación que habría culminado su propósito. La transformación digital, entonces, aún tiene mucho por aprender.