Por: Jazmin Bianchi
La Fiesta de la Virgen de la Candelaria es una de las festividades más importantes del Perú, pues a través de la música, las danzas y los actos litúrgicos tradicionales, originarios de Puno, se demuestra la devoción de los ciudadanos hacia la virgen. La celebración dura dieciséis días, se realiza todos los años e inicia con una misa al alba el dos de febrero. Sin embargo, este año la festividad no se desarrolló de manera habitual, pues se suspendió el concurso de danzas y de trajes por las protestas que se han ido perpetuando en el interior del país.
Frente a este contexto, la Federación Regional de Cultura y Folklore de Puno, entidad encargada de organizar el concurso de danzas y de trajes de luces, informó la suspensión de sus actividades hasta la restauración de la paz social.
La decisión tomada ha traído consecuencias en el sector del turismo de la región. “Puno tuvo una pérdida económica de millones y millones de soles, pues se debe recordar que gracias al movimiento turístico en la región, se produce una abundante cantidad de empleo. Sin embargo, la suspensión y las protestas han afectado en gran escala la economía de la región”, informó Cecilia Anaya, catedrática de la carrera de Turismo de la UNASAM, para Punto Seguido.
Asimismo, se debe tener en cuenta que Puno es uno de los departamentos más visitados por los turistas, por lo que la proyección de los arribos de turistas extranjeros desde enero del 2022 hasta diciembre del 2030 mostraba una tendencia de crecimiento, según la base de datos Mincetur – Dircetur Puno.
Sin embargo, pese a la favorable proyección, el turismo se ha convertido en uno de los sectores más perjudicados por la inestabilidad política y social en Perú.