Foto: Ministerio de Cultura
Con más de dos meses de operaciones paralizadas, librerías cerradas, eventos literarios cancelados y planes editoriales recortados, el negocio del libro enfrenta un gran reto: subsistir a la pandemia.
Escribe: Fiorella Gallardo
El sector del libro enfrenta una paralización económica que afecta a todos sus niveles productivos. Carlos Vela, presidente de la Asociación de Editoriales Independientes del Perú (EIP) y sociofundador de la editorial Pesopluma, explica que el sector cultural, en general, es de por sí vulnerable debido a que “más del 90% de las empresas que lo constituyen son micro y pequeñas e, incluso, unipersonales”. Según Willy del Pozo, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL), con las importaciones de libros truncadas, el sector estima un golpe de casi un 50%. Por su parte, editoriales como Planeta Perú y SM pronostican una caída anual de entre 35% a 40%. Para los negocios independientes el escenario es incluso más complicado.
Al respecto, Vela sostiene que existen dos vías para aliviar los estragos económicos de la crisis. Una es la responsabilidad de las editoriales y la otra está relacionada con el rol del Estado. El gremio de editoriales independientes viene trabajando en el fortalecimiento de sus capacidades para acelerar la migración al contexto digital. Sin embargo, las acciones del Ministerio de Cultura serán claves en la subsistencia de una industria que, hasta el momento, no cuenta con protocolos que contemplen sus casuísticas específicas. “A nivel técnico las cosas se han avanzado, pero en la alta dirección, puntualmente con la ministra de Cultura, es que se está demorando”, explica Vela. Por ello, la Cámara Peruana del Libro y la Asociación de Editoriales Independientes buscan sumar esfuerzos con el legislativo. “Como siempre estamos yendo por varias vías. Tuvimos una reunión con los congresistas Olivares y De Belaunde y ayer nos reunimos con el congresista de Podemos Perú Johan Flores Villegas”, informa el presidente de la EIP.
Una de las medidas que propone el gremio editorial es el fortalecimiento de las compras públicas de libros con el presupuesto determinado por el Decreto de Urgencia N° 003-2019. El Decreto aprobado el año pasado por el Ministerio de Economía y Finanzas establece la transferencia de 16 millones de soles al Ministerio de Cultura para actividades relacionadas al libro y la lectura. Asimismo, decreta el traslado de una suma del mismo valor al Ministerio de Educación destinado a la compra de libros para bibliotecas escolares. No obstante, los fondos aún no han sido transferidos. “Ya enviamos una comunicación formal al Ministerio de Economía y Finanzas para que destrabe esa partida o para que nos indique qué parte de ese presupuesto puede trasladarse”, indica Vela.
Cabe resaltar que en el mes de octubre vence la prórroga un año de la llamada Ley del Libro publicada en el Decreto de Urgencia mencionado anteriormente. La llamada Ley N° 28086 exonera del Impuesto General a las Ventas (IGV) a la importación y/o venta de los libros y productos editoriales. Ante el vencimiento de la prórroga, el gremio editorial plantea que se establezca una nueva ley que contemple el mediano y largo plazo de modo que permita el desarrollo sostenible del sector. “Lo que queremos es un marco regulatorio adecuado que se empiece a trabajar desde ahora y que no se espere hasta el 10 de octubre para sacar algo de alguna manera improvisado”, sostiene el presidente de la Asociación de Editoriales Independientes del Perú.
Eventos cancelados
La Cámara Peruana del Libro (CPL) ha anunciado la migración a lo virtual de la Feria Internacional del Libro 2020. Al respecto, Pedro Ponce, gestor cultural y dueño de la Librería Rocinante, afirma que para muchos negocios independientes como el suyo la FIL Lima representa el 60% a 70% de las ventas anuales. “Eso significa dos cosas, que la feria es un éxito, pero también que la estructura y organización de la venta de libros en Perú es terrible. No puedes esperanzar toda tu producción del año en 20 días”, comenta Ponce.
Asimismo, la cancelación de las ferias programadas en distintas regiones del país supone una gran pérdida para el negocio editorial independiente en todo el Perú. “Diversos eventos literarios que se iban a realizar entre los meses de marzo y agosto han sido cancelados. Como la Feria del Libro La Independiente hasta la Feria del Libro de Arequipa, Ica, Cuzco, Juliaca y Huancayo”, indica el fundador de Librería Rocinante.