Un pueblo vecino, en Ventanilla, que vive el desamparo de las autoridades, rigiéndose a su suerte y a su ley mientras intentan sobrevivir un día más sin agua potable para ellos y sus animales.
Escribe: Yessenia Ayvar Espinoza
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Te imaginas no tener agua los 4 meses más calurosos del año y gozar de este líquido solo 5 horas al día. Tener que beber y bañarte con agua contaminada de un pozo dominado por un hombre que “hace y deshace” este recurso a su ley. Asimismo, no ser dueño de tu propia vivienda. Esta es la realidad que sufren en el Callao los 22 asentamientos humanos que conforman Parque Porcino desde hace 50 años.
Aquí vive Rafael Flores, un hombre que ha sufrido por 64 años el desdén de las autoridades municipales de Ventanilla que no han hecho lo suficiente para solucionar al menos una de las problemáticas que enfrentan sus habitantes. Dedicado a la porticultura, siendo parte de uno de los 5 mil criaderos de la zona, vende sus sedientos cerdos a S/. 700 cuando estos ya han adquirido un peso apropiado.
“Esta agua no es potable, es solo para los animales. Pero igual la tomamos, qué se va a hacer, es lo que hay pues”. Este poblador ha recurrido cientos de veces a la Municipalidad en busca de ayuda para formalizar su negocio. Sin embargo, está lejos de lograrlo. “Imaginate señorita, si no hay agua ni para nosotros que les espera a los pobres animales”, nos dice Flores mientras abre el caño seco, antiguo y oxidado del que no sale agua hace 14 días debido a uno de esos cortes que hay con continuidad.
¿Por qué no reciben ayuda de las autoridades? La realidad puede haber resignado a sus pobladores, pero es necesario que alguien alce la voz. Por ello quisimos que te enteres de este tema en nuestra edición digital de PUNTO SEGUIDO que estará disponible desde este viernes 22.