Chile, Ecuador y Bolivia atraviesan simultáneamente marchas en todo su territorio.
Las manifestaciones en Chile, Ecuador y Bolivia ya llevan una semana de desarrollo.
Foto: Andina.pe.
Escribe: Alexandra Bardales Ribbeck
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Las marchas que se han suscitado en los últimos días en diferentes países de Sudamérica han llamado la atención del mundo pues casi de forma simultánea la población ha demostrado su descontento con sus respectivos gobiernos.
Chile es el ejemplo más marcado pues lleva ya más de una semana de marchas ininterrumpidas y un saldo de 19 fallecidos por los enfrentamientos entre manifestantes y militares chilenos. Por otro lado se encuentra Bolivia, que ante el supuesto fraude electoral, ha despertado a los pobladores llevándolos a las calles a reclamar furiosamente contra el presidente Evo Morales. Un escenario mucho más parecido al de Chile es el que se desarrolla en Ecuador, en donde el presidente Lenin Moreno al igual que Piñera, ha decidido subir los precios del combustible en su polémico plan de Austeridad. Por último, el día de ayer se sumó un último integrante en la lista de países con manifestaciones similares aunque mucho más pacífica, el pueblo de Uruguay se hizo sentir respecto a la reforma de seguridad próxima a votar el domingo.
Todos estos países empezaron con un conflicto en especial que hizo estallar la respuesta ciudadana y que terminó sumando muchos más reclamos acumulados en el tiempo. Todo esto nos lleva a la pregunta, ¿por qué Perú no ha atravesado por la misma situación a pesar de que recientemente ha existido desorden político? Luego de la disolución de congreso existieron dos manifestaciones, la primera masiva en claro apoyo a la decisión y la segunda en menor escala en contra de la medida, pero no desencadenaron mayor participación o seguimiento.
Según el sociólogo Martín Ferradas, las marchas o participaciones ciudadanas son una representación de unión de una población que necesita ser escuchada y vista cuando se siente dejada de lado. Es por ello, que llama la atención que a pesar de que en los últimos tres años de entrampamiento político y escándalos de corrupción no haya estallado un conflicto similar en nuestro país. Otro ejemplo podría ser el de Argentina, que a pesar de estar con varios problemas económicos que golpean a los más pobres, tampoco ha habido una respuesta ciudadana o se ha sumado a los reclamos de la región a pesar de tener mayores razones incluso que los peruanos.
Cabe resaltar que la economía peruana se encuentra, a comparación de los otros países, con mayor estabilidad y que el gobierno goza de popularidad alta debido a las últimas decisiones tomadas, como el cierre del congreso. Sin embargo, los episodios pasados como la obstrucción del congreso, los conflictos sin resolver del ejecutivo y más, no sumaron razón suficiente para generar una crisis similar.