Vecinos aseguran estar preocupados por la estadía de la terrorista en la casa de su madre.
Redacción: Gloria Purizaca
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Ceños fruncidos y miradas de asombro son lo primero que muestran los rostros de los vecinos de la calle Miguel Aljovín, donde se encuentra la casa de la madre de Maritza Garrido Lecca.
“Sentimos temor porque no creemos que haya cambiado en el penal”, dice Lucy Montana, vecina del distrito de Miraflores. Asimismo, los residentes de la zona temen que los ex compañeros de Garrido Lecca la visiten o, peor aún, que sea un punto de encuentro para reuniones de senderistas.
Sin embargo, también existe personas como Sandra Bernal que creen que la ex presidiaria sí ha podido cambiar de ideas, pero que sus ex compañeros podrían tomar represalias. “Tal vez otros senderistas pueden venir aquí y atacarla porque cambió. Incluso pueden atacarnos a nosotros. No viviremos en paz”, comenta Bernal.
El antropólogo Óscar Sánchez Benavides comenta que, más que el miedo a que una senderista sea liberada, la población teme “que una persona como Maritza Garrido Lecca haya integrado ‘Sendero Luminoso’”, pues la terrorista pertenece a una clase social media – alta.
Sánchez Benavides también afirma que tendremos que aprender a convivir con ella, a pesar que algunos vecinos de la zona están pensando en recolectar firmas para que la ex senderista se mude a otro lugar.