En el continente americano, los únicos casos concretos que tuvieron un régimen monárquico fueron México, Haití y Brasil. Países como Ecuador, Argentina y Perú tuvieron intentos fallidos. De la mano del historiador Jeremy Dioses y el internacionalista Francesco Tucci, Punto Seguido repasa los casos ocurridos en la región.
Redactado por Darlyn Vela Ramírez
Durante el siglo XIX, después de la retirada de los españoles de América, los países comenzaron a debatir entre establecer una república o una monarquía. La idea se planteó en el Perú, Ecuador, Paraguay y algunos otros más, pero no se consolidó en la mayoría de los casos. A raíz de la coronación del rey Carlos III de Inglaterra, aquí un repaso de las monarquías e intentos de reinados que hubo en Latinoamérica.
“En Sudamérica el único imperio que se logró fue el de Brasil; pero si hablamos del continente de América, también tuvimos monarquías en México, durante un breve tiempo, y Haití, que tuvo dos veces monarcas”, comenta el historiador Jeremy Dioses. La mayoría de países intentaron seguir esta forma de gobierno por influencia de los franceses y británicos, pero, a excepción de Brasil, ninguno lo logró.
“La posibilidad de que se pudiera consolidar una monarquía, especialmente en América era muy baja. Por ejemplo, el intento de México con Maximiliano de Habsburgo, que terminó mal porque lo mataron”, explica el internacionalista Francesco Tucci. Principalmente, esta idea de régimen monárquico se debió a la búsqueda de un orden social, debido a las independencias españolas, donde los países quedaron muy alterados y desorganizados.
Perú como monarquía
En el Perú, hubo varios intentos de elegir un régimen monárquico, pero en la historia se resalta la postura de San Martín. “Su asesor Monteagudo propuso una monarquía constitucional, motivado por la creencia de que los peruanos no podían gobernarse solos. Según su pensamiento, el periodo colonial había creado servilismo y era necesario aprender valores cívicos que serían enseñados en este tipo de regímenes”, explica Dioses.
“Esto se debe a que luego de la descolonización política hubo mucho caos y desorden en el país. Por ello era necesario tener una figura fuerte que ayude a poner orden”, explica el historiador. Pero no sé llegó a concretar debido a los diversos puntos de vista de los libertadores José de San Martín y Simón Bolívar.
“San Martín estaba a favor de la idea de monarquía, pero Simón Bolívar quería una república, y Bolívar hizo de todo para frustrar la carrera política de San Martín”, comenta Tucci. En 1821, San Martín envió a su ministro Juan García del Río para convencer a Leopoldo I de Bélgica de ser rey del Perú. Pero no se concretó porque cuando él se mostraba listo para venir, San Martín renunció debido a desacuerdos con Bolívar, según el libro Misiones peruanas 1820-1826, Volumen 2.
Desde el panorama de quiénes hubieran sido los mejores candidatos para convertirse en monarcas, las opciones eran San Martín y Bolívar, figuras históricas . “San Martín tenía todas las capacidades para liderar el país honestamente, pero Bolívar lo evitó, mientras que pensar en un extranjero europeo no era positivo. Tenía que ser una figura de América Latina”, opina Tucci.
Imperio Brasileño
Según un trabajo publicado por la Universidad Católica Cecilio Acosta (2008), el imperio brasileño fue consecuencia indirecta de la invasión napoleónica a Portugal y la huida de la familia real portuguesa a Brasil. Fue así que la monarquía se instauró desde 1822 hasta 1889. Una de las principales razones estuvo vinculada a los lazos con la familia real de Portugal y el orgullo nacional dado que Brasil era el único territorio en Sudamérica que no se había desmembrado y que tenían un emperador.
“La monarquía finalmente fracasó porque había una inestabilidad política brutal y una polarización muy fuerte, ocasionando una lucha encarnizada entre derecha e izquierda. Esto llevó a los militares a tomar la decisión de organizar un golpe de estado”, explica Tucci. La combinación de presiones republicanas, la abolición de la esclavitud y la crisis en el país pusieron fin al imperio de Pedro II de Brasil el 15 de noviembre de 1889.
Multiverso: pasado y presente
Si el Perú hubiera sido una monarquía constitucional, probablemente todo hubiera sido distinto. Se hubiera visto influenciado por el parlamentarismo como el Reino Unido o las monarquías constitucionales de España. “Todo este choque que vemos hoy en día no hubiera pasado, porque se hubiera dado mayor relevancia a los partidos políticos y no a los candidatos”, sostiene Tucci.
Por un lado, una monarquía probablemente hubiera evitado los problemas políticos que acontecen hoy en día con los expresidentes. Pero, por el otro, con problemas estructurales como el racismo, un imperio solo hubiera provocado una desigualdad social más grande.
“Habría sido una problemática porque al tener un carácter un poco más rígido y más conservador, se habría dado menos espacio para el diálogo con aquellas poblaciones que se han sentido históricamente marginadas, como las poblaciones indígenas, africanas o asiáticas”, explica Jeremy Dioses.