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Según el Informe de Brecha de Género Global 2020 del Foro Económico Mundial, Perú se encuentra en el puesto 66 en este ranking de 153 países, demostrando que las condiciones entre hombres y mujeres en el Perú aún no son equitativas.
Escribe: Sara Camacho
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y especialistas de el centro de investigación privado GRADE (Grupo de Análisis para el Desarrollo), reconocieron en 2020 que, a raíz de la pandemia, las mujeres trabajan semanalmente 24 horas más que los hombres. Esta cifra aumentó drásticamente, pues, antes del contexto en el que nos encontramos, las mujeres trabajaban, en promedio, 9 horas con 22 minutos más que los hombres. La carga laboral incluye el trabajo no remunerado, como son las actividades que se realizan en casa. Es decir, el 80% de actividades domésticas recaen en la mujer, mientras que los hombres tan solo dirigen a estas labores 6 horas de su tiempo semanal.
Esta desigualdad también se puede apreciar en las políticas de maternidad y paternidad que existen en el Perú. Según la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL), la madre puede gozar de 49 días de descanso prenatal y 49 días de descanso postnatal remunerados. En el caso del padre, solo se aplica una licencia de 10 días. 30 días si es que ocurre alguna grave complicación en el momento del parto.
Esta diferencia, que para muchos puede sonar razonable por el papel importante de la madre en la vida de un recién nacido, no impulsa la igualdad laboral. María José Pinto, especialista en Género y Política Pública, opina que una política de maternidad más extensa es un costo adicional para las empresas. “Si tú como mujer tienes permiso de maternidad por tres meses, y claramente no vas a trabajar, tú le cuestas a la empresa. Es más barato para la empresa contratar un hombre que una mujer que tiene potencial de tener hijos en el futuro. La política de paternidad en el Perú es solo de dos semanas, una gran diferencia con los tres meses de la mujer. ¿Qué te está diciendo el gobierno? Que tú, como mujer, tienes que ocuparte de tu bebé por tres meses. El padre va a estar ahí dos semanas, le va a dar un besito, le va a cambiar el pañal al hijo y se va a trabajar”, comentó.
Una mirada a la situación de otros países
Un importante caso a resaltar es Finlandia. En este país se está examinando, desde el año pasado, eliminar la etiqueta de permisos de “paternidad” y “maternidad” para usar “permisos familiares”. De esta forma, ambos padres podrán acceder a 164 días (seis meses y medio) de descanso pagado. Además, tienen la posibilidad de transferir hasta 69 días a su pareja. En caso de ser padres o madres solteras, este tendrá el doble de días. Esta “reforma radical” como la ha llamado la ministra de Asuntos Sociales y Salud, Aino-Kaisa Pekonen, planea aumentar la natalidad del país, pero también mejorar la igualdad de género.
Nombrando otro caso, Islandia ha renovado su política con respecto al tema. Desde este año, ambos padres tendrán acceso a seis meses de descanso. La política anterior era de cinco meses. Además, María José Pinto nos recuerda que Islandia tiene uno de los porcentajes de igualdad de género más altos del mundo. Por otro lado, también España hizo entregar en vigor este año una nueva ley sobre sus permisos parentales. Ambos padres tienen cuatro meses de permiso y las primeras seis semanas son intransferibles entre ellos.
Si bien estas leyes pueden funcionar en diferentes países del mundo, todavía no puede ser aplicable en Perú debido al alto número de trabajo informal, donde, irremediablemente, la mujer se encuentra en desventaja. “Pueden despedirte cuando les da la gana, básicamente, a tus empleadores. Por ejemplo, si es un trabajo de mano de obra, donde la mujer tiene que hacer, relativamente, bastante esfuerzo físico, y está embarazada, es muy posible que la despidan porque una persona embarazada no puede hacer ese tipo de trabajo. Me imagino que debe ocurrir también en el sector formal, sino que ahí es mucho más rochoso cuando te despiden cuando te embarazas, pero en Perú debe ocurrir un montón por el nivel de informalidad”, comenta Pinto.
Lamentablemente, no se reporta progreso en los últimos meses. La informalidad en el Perú, se estima, ha incrementado del 70% al 90% debido a la pandemia. Esto quiere decir que más mujeres, incluyendo aquellas en condición de embarazo, quedan desvalidas de derechos laborales.