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Llevar una vida en el vientre jamás ha sido tarea fácil, pero ¿qué sucede cuando el embarazo se da en medio de una pandemia global? Conoce los efectos, a nivel psicológico, de ser gestar y dar a luz en medio de una crisis sanitaria.
Escribe: Arantxa Bravo
Ser madre es ser una fuente de vida. Tener un bebé trae alegría y goce al seno familiar. Sin embargo, también implica muchos cambios y la aparición de nuevos retos en la vida de la mamá gestante. Llevar un embarazo, en el contexto que estamos viviendo, es aun más complejo, especialmente a nivel psicológico. Punto Seguido tuvo un diálogo con Carolina Cáceres, psicóloga y fundadora del centro Psicomamá, quien nos comentó acerca de los factores que pueden afectar negativamente la salud mental de una madre.
En primer lugar, la falta de apoyo social y logístico representa un factor de riesgo alto, según la OMS. “En los primeros meses, algunas mamás tienen el hábito de ver si el bebé respira”, menciona Carolina. Este tipo de acciones representan la gran importancia de su labor como madre: de ella depende la integridad física y emocional de su hijo. Ante esta responsabilidad, el resto de funciones pueden representar una carga significativa. Por ello, es crucial que la madre cuente con un soporte, familiar o amical, que pueda apoyarla con las labores del día a día. Lamentablemente, un factor como este se agudiza en el presente contexto, pues muchas mamás no cuentan con ayuda dentro de sus hogares y el acceder a esta es realmente muy difícil o imposible.
Asimismo, otro factor es si cuentan o no con una pareja y, sobre todo, qué tipo de relación mantienen con esa pareja. “No es tan riesgoso que una mamá sea soltera en comparación con que esta lleve una relación negativa con su pareja”, añade la especialista. En otras palabras, una relación no saludable y/o violenta puede resonar de una manera muy dañina en la salud mental de la mamá y, posteriormente, del bebé. La aparición de estos indicadores negativos podría apuntar potencialmente un cuadro depresivo, episodios de ansiedad, entre otros padecimientos.
Hay que ser claros: la depresión posparto es una realidad que viven muchas madres con o sin covid. Sin embargo, la pandemia puede llegar a enfatizar los factores de riesgo ya mencionados. Los síntomas a los que debemos estar atentos, según el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), son el desgano, las alteraciones en el sueño y apetito, y altos grados de irritabilidad. Para prevenir la aparición de estos, la especialista recomienda que la madre pueda dedicarse siempre un tiempo para sí misma, en el que realice alguna acción que ella disfrute, como darse un baño largo, salir a caminar, leer un libro, etc. Sin embargo, aquí es donde entra a tallar el acceso a un apoyo logístico que esta tenga. Si es que ya se evidencian los síntomas, desde luego, es recomendable y saludable recurrir a terapia psicológica (por ahora, virtual).
En estos tiempos de temor, el mayor miedo que existe es el de un contagio. Este, se produce, sobre todo, en la mente de mamás covid positivo. Ante esto, Carolina comenta: “si uno tiene un miedo, hay que informarse de manera responsable”. Añade que no hay estudio alguno que certifique el contagio intrauterino; es decir, a través de la placenta. De hecho, los casos más abundantes son de madres covid positivo que dieron a luz a un bebé completamente sano; eso sí, respetando el protocolo planteado por el centro de salud. Este usualmente implica el rápido pinzamiento del cordón umbilical y el omitir el proceso de apego temprano con la madre (acercar el recién nacido a su pecho por varios minutos), según la obstetra Betty Toyama, del Hospital Almenara. De igual manera, ella recomienda la creación de una lista de cuidados que la madre pueda seguir manera rigurosa, de manera que se use el miedo como un mecanismo positivo para proteger al bebé. “Si es que algo pasara, nos quedará la satisfacción de haber hecho todo lo que estuvo a nuestras manos”, acota.
Sobre una posible afectación, a futuro, en la relación madre-hijo debido a la omisión del proceso de apego, la fundadora de Psicomamá contesta “yo pienso que sí, pero no hay nada dicho”. Se debe siempre tener en cuenta que estos nuevos protocolos están pensados para asegurar tanto el bienestar de la madre como la protección del recién nacido de un contagio. Veamos estos cambios que pueden afectarnos en el presente como una medida de prevención para el futuro de todos los pequeños pandemials.