Las fintech, como Kambista o Rextie, ya son usadas por miles de peruanos, pero se han reducido de 171 a 154 del 2021 al 2022. Según José Aldave, gerente comercial de Tienda Pago en el Perú, el principal inconveniente es el poco respaldo de los grupos bancarios.
Autor: Sebastian Camogliano Württele
Las fintech son empresas de servicios financieros que tienen como principal valor el uso de las tecnologías para agilizar sus procesos. A pesar de ello, estas han tenido dificultades para realizar sus funciones, ya que muchos bancos deciden no abrir cuentas para estas empresas que suelen trabajar en remoto y que son consideradas, por los bancos, riesgosas en materia de lavado de activos, según el “Estudio de mercado sobre el sector Fintech en el Perú” realizado por Indecopi.
José Aldave, gerente comercial de la fintech Tienda Pago en el Perú, indicó que “hay algunos países que no quieren a las fintech, porque las grandes financieras tradicionales se sienten amenazadas”. Un claro ejemplo es que el servicio de cambio de divisas está siendo acaparado por este nuevo tipo de empresas, como pueden ser Kambista o Rextie, que ofrecen mejores tipos de cambio y con la facilidad de poder hacerlo donde sea, señala Aldave.
Caída inesperada
Después de que muchos bancos les cerraran las puertas a las fintech, estas dejaron de ser tan atractivas como emprendimiento o idea de negocio. Esta situación no solo llevó a una reducción en su crecimiento anual del 15.1%, sino también, al cierre de algunas tecnofinancieras. Según cifras de EY Law, este tipo de empresas pasaron de 171 presentes en el territorio peruano en el año 2021 a 154 en el 2022.
Estás condiciones podrían incluso empeorar, ya que muchas empresas tecnológicas dependen del financiamiento externo y esto no hace más que generarles mala fama. «Necesitas levantar capital, inversionistas que confíen en tu proyecto, por lo que habría que ver si justo las empresas que se fueron fue por falta de competitividad o por estas barreras burocráticas», menciona Aldave.
Sin embargo, esta caída resulta paradójica respecto a los ingresos que registraron estas empresas durante el año 2021, ya que no resultaron gravemente afectadas por la pandemia. Las dificultades presentadas por los bancos no fue un impedimento para que un 5% de las fintech generaran transacciones entre 5 y 20 millones de dólares a comparación del año 2020, según Indecopi.
Potencial tecnológico
Los avances tecnológicos se realizan con dos principios rectores: simplificar y solucionar. Con ello en cuenta, las fintech pretenden generar una mayor accesibilidad, disminuir tiempos al alcance virtual (no hace falta acercarse a una sucursal física, por ejemplo), y ser más rápidos en los tiempos de respuesta. Esto es una gran ventaja para una generación de personas que prioriza el uso eficiente del tiempo. Una generación amante de la ultrarápidez, según el Cerem.
Estas son las principales ventajas para los clientes de las financieras tecnológicas. ¿Pero qué ocurre con los emprendedores y aficionados a las startups? Para las personas que decidan tomar este rumbo, hay grandes ventajas. Entre las principales y más atractivas, están la reducción de costos. En este tipo de empresas, se ahorran egresos a través del trabajo remoto, automatización de procesos y reducción de personal.
Sin embargo, las fintech aún tienen muchos puntos por mejorar, ya que son relativamente nuevas. Aldave menciona que «las fintech deben ser disruptivas, generar un producto que las personas necesiten y, por lo tanto, tengan que usar». Por ejemplo, Tienda Pago soluciona el acercamiento de los proveedores a los bodegueros, de tal manera que facilitan el encuentro entre estos dos actores económicos y agilizan la entrega y el pago de los productos al mayoreo.