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Las competencias y capacidades de miles de profesores se han visto a prueba al momento de poder desempeñar sus labores. A la brecha técnica y educativa se le ha sumado el incremento en su jornada hasta lidiar con los padres que ahora son parte de la enseñanza.
Escribe: Kimberly Chambergo
Tras la medida de suspensión de clases presenciales a nivel nacional, han surgido miles de dudas al momento de implementar esta nueva metodología en colegios públicos y privados. Desde ¿Cómo debería ser su calidad? hasta ¿Qué rol tienen los padres en esta nueva modalidad? Sin embargo, no son los únicos en tener angustia y desorientación en como sobrellevar esta nueva técnica, en muchos casos desconocida. Para miles de docentes de educación inicial, el reto es aún mayor, a pesar que los niños son nativos digitales, deben implementar nuevos mecanismos tecnológicos, para poder llegar a ellos, sin aburrirlos o sobrecargarlos de tarea.
Además que su labor se ha multiplicado y complicado, teniendo que lidiar con padres molestos y con las dificultades tecnológicas de ambas partes. Según la directora de la institución educativa inicial 187 de la zona “D” en el distrito de Huaycán, María Roa, ninguno de los directores ni docentes estaban preparados, ni contaban con habilidades básicas de los recursos tecnológicos que se requieren en estos tiempos para llegar a los estudiantes. “Muchos hogares no cuentan con un televisor, ni un teléfono móvil y mucho menos con internet”. Es por ello, que han tenido que adecuarse y buscar diferentes estrategias con las que puedan llegar a todos los niños.
Asimismo, hay docentes que no poseen con una computadora y al principio sentían impotencia al no saber cómo llegar a cada uno de los hogares de sus pequeños alumnos. “Como directora, me ha tocado acompañar a profesoras, que no tenían conocimientos básicos de cómo usar la computadora, como enviar un archivo por Whatsapp, como grabar y editar videos”. Ahora esas herramientas, se han convertido en su principal estrategia para llegar a los niños, y, también, a los padres, ya que su participación es muy importante para el aprendizaje educativo.
Del mismo modo, otro de los retos ha sido la carga laboral excesiva que ejercen fuera de las horas laborales. Según el promotor del colegio Hans Christian Andersen, sede Chaclacayo, Francisco López, muchas de sus docentes han querido renunciar por el estrés de estar contestando mensajes y llamadas a cada minuto. Además, señaló que la carga es constante y por ende, debe haber mucha comunicación entre ambas partes para que así facilite el mensaje que se quiere transmitir.
En este nuevo contexto, las clases virtuales han sido una salida rápida a esta emergencia sanitaria que obliga a muchos a llevar clases a distancia. En el Perú, no se ha prestado atención a una formación tecnológica en los docentes y eso hace que crezca el temor ante los nuevos cambios educativos. “Esto sin duda, ha sido y aún sigue siendo un reto mayor, para poder continuar apoyando a los niños a la distancia.”-agrega María. Nuevos cambios que sin duda marcarán un antes y después la educación a nivel nacional.