Foto: Andina.pe
¿Sabías que existen 322 plantas en el bosque que son de uso medicinal? Gracias al Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana conocemos estas cifras, pero los que también son conscientes de ello son la comunidad Shipibo-Konibo de Cantagallo, quienes utilizan hierbas tradicionales para aliviar la covid-19. Este contenido es parte de la edición N°85 de la revista Punto Seguido.
Escribe: Adriana Mayor
Unas manos tostadas por el sol van extendiéndose para llegar a lo más alto de un frondoso árbol lleno de cientos de hojas que se acurrucan entre sí. Cada pequeña hoja vivió toda una vida “tomando la fuerza de la tierra, la dureza del tronco, siempre conectándose con las partes más altas de las ramas que se conectan con el sol, con la lluvia, con las estrellas”, detalla Pedro Favarón, antropólogo que ha creado la clínica de medicina tradicional amazónica Nishi Nete en Ucayali.
¡Clac! Ahora los dedos mestizos sostienen al pequeño ser, quien se acurruca en la palma del shipibo. “Lo que yo he podido observar en el pueblo Shipibo-Konibo es que las plantas son los seres inteligentes por excelencia. Mientras que nosotros consideramos la inteligencia como una característica del ser humano”, confiesa la antropóloga Luisa Elvira Belaunde. Los Shipibo-Konibo aprecian la inteligencia de las plantas porque son la base de la vida en su querida tierra: Ucayali.
En Ucayali, las plantas ancestrales más famosas son: el matico, la mucura, el eucalipto y otras más. Sin embargo, Amanda Lovera, presidenta de la Comisión de Medicina Tradicional del Colegio Químico Farmacéutico del Perú, nos revela que ni la mucura ni el matico han sido analizadas porque “para poder estudiarlas hay que tener la planta y enfrentarlo al SARS-CoV-2. Cuando ustedes lo enfrentan a líneas celulares y ve la replicación de este coronavirus van a saber si realmente tiene efecto o no”
Aunque no hayan sido puestos en papel sus beneficios, las plantas ancestrales evidencian que en la práctica no solo ayudan a nivel físico aliviando malestares del covid-19, porque “esas son las propiedades físicas que la gente mira desde un punto de vista materialista, pero para los pueblos Shipibo-Konibo las plantas son complejas”, confiesa Luisa Elvira. ¿Complejas? Sí, porque Luisa Elvira me cuenta que desde la cosmovisión Shipibo-Konibo “la usan como una planta para criar a los niños, para que no sean perezosos. Desde chiquitos a los niños que tienen pereza les ponen mucura en la nariz”
Si te gustó esta información, no te puedes perder el reportaje “El arte de sobrevivir a la pandemia’’ en la revista Punto Seguido. En este podrás conocer más sobre la difícil situación de la comunidad Shipibo-Konibo en Cantagallo. Cada uno de los shipibos te contará los retos que les toca afrontar en su día a día.