En el Perú, hemos demostrado que, tras largos años de ausencia en un mundial, el apoyo del hincha peruano a su selección está más vivo que nunca.
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Redacción: Mariana Celis / Olenka Fajardo
Una mañana como todas, pero un día como ninguno. El pasado sábado 16 de junio la selección peruana de fútbol regresó a las canchas de un mundial luego de más de tres décadas de ausencia. Sí, han pasado 36 años desde la última vez que Perú nos representó en un mundial de fútbol. Pero ese largo tiempo no fue impedimento para que los peruanos dejen de alentar y tener esperanza de clasificar en cada proceso de eliminatoria.
Ese sábado, no fue un día cualquiera para los más de treinta millones de peruanos; en especial, para los hinchas de la blanquirroja. Eran las diez de la mañana y los peruanos empezaban a prepararse para ver a la selección en su debut ante Dinamarca. Fueron muchos los lugares en los que los hinchas se juntaron para alentar a la selección. Uno de los puntos que albergó a una gran cantidad de fanáticos, fue el parque Kennedy, en Miraflores.
Allí no solo asistieron compatriotas, sino también turistas, casi todos vestidos con la camiseta peruana. Ellos se sumaron al grito de aliento para la selección. Los minutos pasaban y el momento del partido se acercaba. Las barras de aliento no faltaron. Todos gritaban ¡Vamos Perú!.
Banderas al aire, máscaras de los principales rostros de los seleccionados e incluso mascotas vestidas con la blanquirroja, todos los que allí estaban apoyaban. Los asistentes cantaron el himno nacional con la mano en el pecho, cerrando los ojos, sintiendo y disfrutando cada letra de uno de los himnos más bellos del mundo, el peruano.
Los poco más de noventa minutos del partido fueron suficientes para que los asistentes demostraran su amor por la selección. Aún cuando llegó el momento del penal y no se pudo conseguir el gol, el sentimiento de agradecimiento era grande, tanto como las ganas de seguir alentando.
El clima conectó emocionalmente con los peruanos el día del partido. Luego de varias semanas de frío intenso en la capital, el sábado, un rayo de luz acompañó a los hinchas en los agonizantes minutos que duró el partido.
Aunque perdimos la oportunidad de anotar un gol al equipo de Dinamarca, ha quedado claro, una vez más que detrás de los once jugadores que nos representan en la cancha y los veintitrés en el mundial, están los más de treinta millones de peruanos que no se cansarán de alentar a la blanquirroja.