Sabemos que debido a la cuarentena, nos informamos y comunicamos mayormente por las redes sociales e internet. Pasamos más tiempo en nuestros celulares y allí existe todo tipo de información. Pero qué nos llama la atención de las fake news y de las teorías de conspiración.
Recientemente, el pentágono( sede del departamento de defensa de los Estados Unidos), liberó por primera vez videos en los que se podían observar OVNIS ( objetos voladores no identificados) y se pudo observar en las redes sociales muchas teorías de conspiración generadas sobre el tema. Fue la noticia una cortina de humo por criticado manejo que está teniendo el gobierno de Estados Unidos frente a la reciente pandemia de covid 19. Como ya se conoce, Donald Trump, presidente del país, fue duramente criticado debido a las medidas pasivas que tomó respecto a la gran cantidad de fallecidos y contagiados en Estados Unidos. Además de ello, el líder norteamericano, generó polémica ya que mencionó en ruedas de prensa recomendaciones como que los infectados debían inyectarse cloro.
Luego de ello, más de 300 personas resultaron intoxicadas por haber ingerido cloro. Debido a esto, luego de la liberación de los videos, se creó la teoría de que fue solo una cortina de humo para ocultar las malas prácticas del gobierno y tuvo gran revuelo en redes sociales; sin embargo, no fue la única teoría de conspiración que se ha creado desde que inició la crisis por la pandemia a nivel mundial. También se habló sobre la creación del virus covid 19 como un método para controlar el mundo económicamente y el hecho de que tengan muchos seguidores, tiene una explicación.
Según la psicóloga y educadora del departamento de educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Carol Rivera, las teorías de conspiración tienen repercusión en las personas porque nos gusta tener una sensación de control y tenemos deseos de saber más para satisfacer nuestras motivaciones psicológicas.
Rivera indica que las personas actúan de cierta manera cuando creen que “poseen información secreta” y eso lleva a la creencia de que existe una ventaja sobre las otras personas. Esto significa una sensación de seguridad en comparación del resto que no tiene esa información.
Aunque las teorías de conspiración siempre ha existido en mayor o menor medida, en la actualidad tienen mayor visibilidad debido a la interconexión constante que permite el internet y las redes sociales. Según Rivera, estar encerrados en un solo lugar, sin poder continuar con las actividades usuales, puede ocasionar una sensación de ansiedad lo que conlleva a una necesidad por tener mayor información especialmente, de las cosas que pueden ser reconocidas como un peligro.
Por ello, aunque exista la sensación de que tenemos un secreto que otro no, puede ser que nuestra mente nos esté engañando. Sobretodo, si se trata de teorías que no cuentan con un respaldo científico comprobado o alguna investigación que refuerce lo que podría ser solo una idea viralizada por las redes. Estas situaciones, según Rivera, pueden crear falta de sueño, ansiedad, preocupación y temor ante el futuro por lo que es recomendable informarse de fuentes fiables y no pasar tanto tiempo en redes sociales.