Las vacunas contra la tan temida COVID-19 se redujeron casi el 80% en Afganistan después de la toma de Kabul por parte de los talibanes. Según la Unicef, la mitad de las pocas dosis adquiridas por el gobierno están a punto de caducar.
Una semana antes de lo ocurrido, se habían vacunado 134,600 personas aproximadamente en 30 de las 34 provincias, sin embargo la semana siguiente solo se inocularon a 30,500 personas de 23 provincias del país.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que solo cuenta con material médico para una semana, y que la posibilidad de hacer llegar suministros al país de ha visto reducida producto de la violencia y el caos en Kabul.
Ahmed Al-Mandhari, director regional de la Oficina Regional para el Mediterraneo Oriental de la ONU, detalló que más de 500 toneladas métricas de material sanitario han sido bloqueadas en Dubái tras la situación caótica que se está viviendo en el aeropuerto de Kabul. Esta escacéz coincide con un aumento de las necesidades en el país producto de los recientes eventos.
Por esta razón, la OMS teme que el pico de contagios vuelva a alzarse, ya que los desplazamientos dentro del país podría llevar a una mayor transmisión del virus.
Cabe recalcar que, a pesar de que solo el 5% (2 millones de personas) de la población ha sido vacunada hasta el momento, el número de nuevos contagios diarios estaba disminuyendo, sumando 158.600 hasta inicios de setiembre.
Además, Dapeng Luo, representante de la OMG en Afganistán, afirmó que los talibanes están apoyando al trabajo de la organización tras las ausencia de algunas de sus empleadas mujeres debido a la situación de inseguridad.