La abogada Alejandra De Ita considera que existe un sector que sigue minimizando la severidad de la violencia contra la mujer.
Escrito por: Joaquin Del Aguila
La violencia contra las mujeres prevalece un problema social alarmante, como lo demuestran los impactantes casos recientes: la enfermera que falleció tras haber sido violada en Puno, el asesinato de Katherine Gomez luego de ser quemada por su expareja, o la preocupante confesión del TikToker “Makanaky“ de haber participado en una violación grupal. Estos casos ilustran la gravedad de la situación, y para la abogada Alejandra de Ita, esto se debe al discurso respecto a la violencia de género.
El 18 de marzo, la joven Katherine Gomez fue atacada por su expareja de forma siniestra, al ser rociada con gasolina y prendida fuego. Ante esta lamentable situación, la ministra de la mujer, Nancy Tolentino, tuvo unas desafortunadas palabras cuando declaró: “Quisiéramos que las jóvenes elijan bien con quiénes están”. Esta forma de pensar no es solo un caso aislado, pues hay un gran sector de la sociedad que aún no entiende la gravedad de los casos de violencia contra la mujer.
Por ejemplo, otro caso que hizo eco en las redes sociales fue el del tiktoker Einer ‘Makanaky’ Alva. En el programa del boxeador Jonathan Maicelo, el tiktoker declaró que había participado de una violación grupal, cuando él y la victima era menores de edad. Además de la confesión, lo preocupante fue la manera en que se expresó, pues no parecía tener remordimientos de lo ocurrido, sino, por el contrario, lo contaba como su anécdota de “su primera vez”.
Para Alejandra De Ita, abogada y asesora en el Congreso de la República, un sector no reconoce la violencia contra la mujer pues se ha creado un discurso sobre cómo la violencia tiene “género”, y que esta vendria del sexo masculino. Sin embargo, para la abogada, postular que la violencia tiene género es una falacia, pues es una característica del ser humano. Este discurso, que se ha hecho muy común, es rechazado por las personas que no reconocen la violencia existente cuando pasan estos casos.
¿Qué dice la ley?
El 24 de noviembre de 2015 entro en vigencia la Ley N° 30364, que tiene como objetivo prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los miembros del grupo familiar. Esta ley establece medidas de protección y sanciones para aquellos que cometen actos de violencia de género, y también exige que las autoridades actúen de manera rápida y efectiva ante las denuncias de violencia de género.
Sin embargo, según declaró para EFE la defensora del pueblo, Eliana Revollar, existen organismos que no están siendo totalmente eficientes en su labor, lo cual es provocado por un problema aún mayor: «En cada caso, vamos viendo que las fallas están en una institución, en otra, en un actor, en otro, pero en el fondo cada caso da cuenta de un sistema que no está funcionando».
¿Qué dicen los números?
De acuerdo con datos proporcionados por los Centros de Emergencia Mujer en el Perú, durante los primeros dos meses de 2023 se han registrado 4015 denuncias por violencia sexual. Asimismo, el Programa Nacional Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) ha informado que la Línea 100 recibió un total de 23 086 consultas telefónicas sobre violencia de género durante el mismo período. Estas cifras son preocupantes y demuestran la necesidad de seguir trabajando para prevenir y erradicar la violencia de género en el Perú.
Pero para acabar con la violencia contra la mujer aún queda un largo recorrido. Esto se debe a que muchos casos no son tratados con la seriedad y la urgencia que requieren. Una investigación realizada por el medio independiente Salud Con Lupa, en 2022, reveló que, luego de analizar los casos de 129 agresores en 9 tribunales del país, la cuarta parte de los acusados recibieron condenas más leves a las recomendadas por la Fiscalía o se les cambió la acusación a una de menor gravedad al minimizar la violencia ejercida contra sus parejas.
¿Cómo busco ayuda?
El MIMP ofrece servicios de atención, asesoramiento y apoyo emocional a través de su línea de ayuda gratuita (Línea 100), así como refugios y alojamiento temporal para mujeres y sus hijos en situación de violencia. Además, se han implementado políticas y leyes para proteger a las víctimas, como la Ley N° 30364, antes mencionada. Pero a pesar de estos recursos disponibles, todavía queda mucho por hacer para combatir y prevenir la violencia contra la mujer en nuestro país.