El periodismo actual se enfrenta a uno de sus más grandes retos: la postverdad. ¿Está en peligro nuestra profesión?
Redacción por : Alejandra Canchanya y Geraldine Ponce
Video por : Jorge Zaldivar
La postverdad es una verdad inexistente, en la cual se ha perdido el valor de la fuente. Así sostiene Carlos Neyra, periodista de investigación del diario Perú21.
“Es irresponsable para una cobertura periodística basar la información en un supuesto o un dicho por alguien. Esto es desinformar. Hay un problema también con la opinión, uno dice algo y luego este dicho se vuelve una noticia que luego se toma como verdad”, explica el periodista.
Según el libro “Ética periodística en la era digital” de International Center for Journalists, los cambios que el periodismo está experimentando no son una amenaza, son una oportunidad. La amenaza es la post verdad. La inmediatez con la que hoy se cubren noticias y la era digital han creado un espacio para la postverdad afectando la esencia de la profesión periodística.
Carlos Neyra señala que existen dos verdades: fáctica y jurídica, que muchas veces no coinciden. En estos casos, la pregunta que el periodista se debe hacer es: ¿cuál es la fuente? «Verlo en internet, a través de las redes sociales o parte de un rumor no es responsable para una cobertura periodística. Y muchas de las informaciones que los grandes medios de comunicación obtienen hoy es de esta manera», expone.
Caso Paolo Guerrero
Uno de los casos que puede ejemplificar el peligro de la postverdad en la información y el periodismo actual es el caso del jugador Paolo Guerrero. A lo largo de su disputa se crearon varias hipótesis que fueron transformadas en noticia sin tener una fuente fidedigna o un documento que lo sustentaba.
Su pelea por participar en el Mundial Rusia 2018 fue escenario de rumores en torno a la forma de intoxicación, posibles resultados a su apelación y recurso final.
Casos como este han hecho que la prensa abandone su función crítica y se vuelva manipulable, lo cual no solo modifica la realidad sino que también trae consecuencias a la población.
Un claro ejemplo de ello fue la revelación de Carlos Alberto ‘El Tigrillo’ Navarro en Radio Exitosa. El periodista deportivo señaló el día 30 de mayo que Paolo Guerrero sería habilitado para jugar en el Mundial de Rusia. Aunque él no contaba con una fuente confiable, de todas maneras soltó la noticia. Así, el medio en el que se presentó difundió dicha información; lo cual generó, posteriormente, que la población peruana lo considerara como verdadero. Sin embargo, horas más tarde, el Tribunal Arbitral de Deportes -TAS, por sus siglas en francés- emitió un comunicado donde señalaba que aún no habían realizado un pronunciamiento oficial sobre el tema.
Aunque al día siguiente el comentario de ‘El Tigrillo’ resultó verdadero, la revelación empezó siendo una “verdad a medias”, indicó el periodista de investigación.
Caso Caretas
La postverdad no es algo netamente actual, ya que antiguamente se utilizaban recursos que no contaban con fuentes verídicas.
Por ejemplo, en la edición 702 de la revista Caretas se realizó un reportaje sobre Perú en el Mundial España ‘82. En este aparecía un cuadro premonitorio de resultados en el cual Perú lograba clasificar hasta Cuartos de Final. Sin embargo, ello escapó de la realidad ya que el seleccionado nacional fue eliminado en Fase de Grupos. Publicar dicha información, haciendo alusión a un supuesto, también podría ser considerada como postverdad. De esta manera, un lector poco atento podría tomar ello como información verídica.