Escribe: Paola M. Truyenque
Follow @PS_UPC
Cusco en tiempo de cuarentena. Una de las siete maravillas del mundo, ahora tiene como principales visitantes efectivos policiales y militares.
El silencio, es lo que actualmente llena las calles de la Ciudad Imperial de Cusco . Las principales calles y lugares turísticos previo a la aparición del COVID19 se veían llenos de turistas. No obstante, hoy en día la piedra de los 12 ángulos, la Plaza de Armas de Cusco, el Templo del Qoricancha, entre otros, no tienen visitantes que día a día solían retratar cada paso que daban por el Ombligo del Mundo.
Las calles lucen vacías, solo pueden transitan pocas personas locales, debido a la Inmovilización Social Obligatoria. Los turistas dejaron de ser el foco de atención de los artesanos y comerciantes. En este momento, el mundo entero tiene como principal objetivo un enemigo en común: COVID-19.
El Ministro de Comercio Exterior y Turismo declaró que “Toda esta contención, es para evitar la propagación de la pandemia mundial que ataca a diferentes países”, por lo cual, el Perú no es el único país que tiene suspendida sus actividades turísticas. Ahora la disminución en el flujo turístico, no solo afecta a nuestro país y a la región Cusco, sino también a diferentes partes del mundo.
Una ciudad fantasma, es como ahora luce la Ciudad Imperial de Cusco. Lejos de los flashes, lejos de las risas, lejos de las charlas, lejos de los diálogos de los guías, hoy en día lo que se escucha es: nada. Cuando se ve a personas circulando de forma sospechosa, lo único que se escucha, son los silbatos de los efectivos policiales, para pedir que se continúe circulando.
Para el Ministro Edgar Vásquez “El sector turismo es bastante diverso: estamos hablando de guías, artesanos, agencias de viaje, aerolíneas, hoteles, restaurantes, transporte turístico, entre otros” quienes hoy en día se ven afectados por esta pandemia”, es por ello que, son cientos de personas ven afectadas con la aparición de este virus.
Posiblemente esta Ciudad en la actualidad se ve vacía y desolada, pero esperemos que cuando toda esta pandemia mundial está controlada, vuelvan esas carcajadas a las calles, esas enseñanzas de los guías, esas frases de ofertones hacia los turistas. La diferencia entre el mes de Junio y el ahora, en el Ombligo del Mundo, es de película.