Escribe: Mauricio Escobar Camoretti
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Ante la emergencia nacional, los colegios particulares han implementado una educación virtual improvisada. ¿Es esta una solución o un problema?
De niños cuando pensamos en el colegio lo relacionamos con una cárcel a la que obligatoriamente debemos asistir cinco días a la semana. Nadie borrará las sensaciones de los lunes por la mañana y los viernes por la tarde, sensaciones imborrables para quienes no eran precisamente fanáticos de la escuela. Estar enfermo implica faltar y esto implicaba no solo la felicidad, si no también la responsabilidad de ponerse al día. Buscar cuadernos de amigos o esperar a poder ir a las aulas y que alguno de nuestros compañeros nos ayude, así era. Nunca nos imaginamos que poco a poco esto iba a desaparecer y la tecnología empezaba a ayudarnos para no tener que movernos de casa. Antes se faltaba por estar enfermo y ahora se falta para evitar la enfermedad.
Los colegios privados, como todo los centros de estudios, se han visto perjudicados por no poder brindar sus servicios. Para que no se pierda este, han tenido que migrar hacia una educación online. Una vez el presidente, Martín Vizcarra, anunció la suspensión de clases, estos han venido trabajando para que sus alumnos no pierdan el año escolar, y mediante modalidades improvisadas ahora brindan clases.
Al inicio de la suspensión estos colegios solo atinaron a enviar tareas a los estudiantes, para que no pierdan el ritmo de estudio y a su regreso no haberse retrasado tanto del cronograma anual. Esto fue una solución momentánea y bastante corta, pues los casos de coronavirus aumentaron y todo hacía indicar que las clases se tardarían un tiempo más de lo que se tenía previsto. Ante esto la mayoría de colegios aplicaron metodologías para “solucionar” el problema. Utilizaron aplicaciones como Zoom, que sirve para realizar videoconferencias con los alumnos; Google classroom, para subir material de clase y recibir tareas de los alumnos; Correo electrónico, para avisarle a los padres sobre las tareas de sus menores hijos e intranet, esta plataforma es menos recurrente pues no muchos de los colegios desean utilizarla. Estas no son las únicas aplicaciones, pueden existir muchas más pero son las más recurrentes.
“Para mi hijo es verdaderamente confuso este sistema. A veces tiene que estar en todos los lugares a la vez para descubrir por donde se le envió la tarea” Veronica E. madre de niño en colegio particular ubicado en Breña.
Los padres se han ido adaptando a este sistema para que sus hijos no pierdan el año escolar, pues eso es lo que más les importa en estos momentos. Entrevistamos a padres de colegios ubicados en las zona norte, centro y sur de Lima, estos afirmaron en su totalidad que sus hijos no están recibiendo un servicio que les sirva para poder afrontar un grado mayor. Es por esto que estos exigieron una reducción de pensiones, cosa que han logrado, pues a todos los entrevistados se les redujo en algún porcentaje la pensión. Lo que ahora se pide es que estas pensiones sigan bajando, para lo que el estado ha intervenido pidiendo la transparencia de los colegios en los gastos.
Se ha evidenciado que los colegios privados no estuvieron preparados para afrontar una realidad como la que estamos viviendo en estos momentos. Bien se dice que de los errores se aprende y esperemos que esa sea la cura para que se preparen y empiecen a implementar clases online sin necesidad de una pandemia.