Edda Airaldi, es una de las integrantes de la primera Brigada de Bomberas del Perú. Desde 1969, el ingreso de las mujeres al servicio de voluntariado bomberil marca un hito en su historia. Contra todo pronóstico se llegó a reconocer la capacidad de las féminas en un mundo de hombres.
Redacción: Liana Rivera
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Era el primer centenario de la Compañía Italia N°5, ubicada en el Callao, en 1968. Cuando Virgilio Airaldi Panettiere, ex Comandante General de Compañía de Bomberos, tiene la idea de reunir a mujeres para que formen parte de la compañía de bomberos. Entonces, su hija Edda Airaldi animosa y emocionada por la idea empezó a ir de puerta en puerta a jovencitas para juntarlas y comenzar los cursos y prácticas para formar la primer Brigada de Bomberas y Auxiliaristas de la República.
Edda Airaldi vivió en una familia cuyos antecesores formaban parte del Cuerpo de Bomberos del Perú, bisabuelos, abuelos y padre. Ella fue la quinta generación, pero la primera mujer voluntaria bombera dentro de su familia y del Perú.
Nació el 18 de diciembre de 1946, hija única y tiene dos hijas que comparten su espíritu servicial, pero, por cosas de la vida, no forman parte de los bomberos. Tuvo a sus dos niñas siendo parte del voluntariado, pero nada pudo con su misión. Edda recuerda que una tarde de familia, durante el habitual lonche, su padre se dirige a ella dándole la idea de formar parte del cuerpo de bomberos.
¿Qué te parecería chola un grupo de bomberas en nuestra institución? Ella respondió llena de emoción: “Me parece perfecto”, cuenta. Entonces empezó a convocar a hijas, sobrinas, ahijadas de bomberos, a aquellas mujeres que conocían de este mundo que para entonces solo era de hombres. Su madre le brindó todo su apoyo, pues conocía del proyecto que el ex comandante Airaldi estaba planeando. Fue así como logró convocar a 18 mujeres que tuviesen relación con la compañía para formar la primera brigada de bomberas en el Perú. Junto a ella ya eran 19 las jóvenes que se animaron a ser parte de esta nueva aventura. Edda les contó que los cursos serían dirigidos por su padre.
Un reto, un sueño
Así fue. Desde un inicio, él se responsabilizó de lo que pudiera suceder. Pero todo estaba planificado, todo estaba bien organizado, se trabajó con la colaboración de otros bomberos de la compañía que apoyaban la idea de integrar a mujeres en la institución. Por lo cual durante la preparación no hubo alguna persona que termine lastimada ni herida. Solo contaban con el apoyo de la bomba Italia, pues aún era un proyecto: tenían que probar que las mujeres también podían y serían capaces de prestar la misma ayuda humanitaria que daban los hombres.
Mientras recordaba sus prácticas, recuerda también aquellos sacrificios que realizaba para ser parte de los bomberos, pues dejó de lado la diversión. La capacitación les demandaba guardar energía y fuerzas para rendir en sus prácticas.
-No podíamos salir a una fiesta el sábado por la noche, porque el domingo teníamos que practicar desde las 8 de la mañana hasta las 2 o 3 de la tarde. Terminábamos solo para llegar a nuestras casas, asearnos y descansar porque al día siguiente teníamos que seguir con nuestras actividades.
Mientras termina de contar aquellas épocas, cierra los ojos y sonríe como si lo estuviera volviendo a vivir y dice: “Fue una experiencia muy linda, llevamos este curso con mucho amor y responsabilidad”. El 2 de noviembre de 1969 se reconoció de manera oficial la primera Brigada Femenina de Bomberas y Auxiliaristas de la República.
Sin embargo, no a todos les pareció una buena idea incluir a mujeres dentro de la institución. En aquel entonces, el machismo era más marcado. Cuando Edda se acuerda de los obstáculos que hubo suelta un suspiro, de esos que parece no terminar, pues desestimaron la idea que su papá había propuesto. “Eso no va a prosperar”, “¡Bomberas mujeres!, de ninguna manera”, fueron algunos de los comentarios que recibió el ex comandante Virgilio Airaldi. Incluso, había algunas compañías en las cuales decían que “jamás, una mujer formará parte de esta bomba”. Nada lo amilanó. El tiempo les demostraría lo contrario a aquellos que no creían capaces a las 19 jovencitas voluntarias. Y así fue: hoy aproximadamente el 30% de bomberos es mujer. Las 19 bomberas voluntarias fueron reconocidas a nivel nacional por el Congreso de Bomberos Voluntarios y el Congreso de la República.
Frente a una tragedia
Ya siendo parte, oficialmente, de la compañía de bomberos, recuerda el desastroso terremoto del 31 de mayo de 1970, en Huaraz. Una gran labor que realizaron los bomberos junto a las primeras mujeres voluntarias en medio de la catástrofe. Fue un trabajo en equipo donde lograron apoyar a centenas de personas que se quedaron sin hogar. No obstante, su primera práctica bomberil fue en el balneario de Santa Rosa, en marzo de 1969. No sintió miedo. Era emoción. Se sentía muy preparada y segura de lo que haría, fue casi un año de preparación al lado de su padre. Sabía cómo agarrar las mangueras, usar los extintores y más, pero era la primera vez que lo iba a poner en práctica realmente en un ejercicio público, junto a otros bomberos y autoridades políticas. Lo anecdótico es que en poco tiempo, por cosas del destino, se creó la primera escuela de Bomberos en el mismo balneario, explica Airaldi.
En la actualidad, Edda conduce un programa radial sobre temas bomberiles. Hasta hace unos años la dirigía junto a su padre. ‘Panorama Bomberil Internacional’ se emite en Ecco Radio. Este programa se transmite desde hace 50 años, donde exponen noticias, eventos y actividades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, además también funciona como un espacio para hablar sobre quejas o sugerencia que surgen en las compañías. Es un programa dirigido a toda la ciudadanía peruana.
Su padre falleció en el 2008, y ha sido testigo de los muchos reconocimientos que el comandante Airaldi Panettiere ha recibido, y el gran orgullo que sintió su padre con el crecimiento de la población femenina en la compañía de bomberos a nivel nacional. No esconde la satisfacción que le ha brindado ser bombera voluntaria pues el agradecimiento de las personas a las que ayudas es increíble, según sus palabras. Sentir el agradecimiento es lo mejor para Edda Airaldi. Así, la llegada de las mujeres al cuerpo bomberil ha sido un hito en la historia de los bomberos voluntarios. Actualmente, existen más de 40 mil bomberos, de los cuales 3428 mujeres forman parte del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú.
“Aprendes mucho. Es una labor que sensibiliza mucho donde compartes el dolor de los demás”, dice Edda Airaldi. Ella es parte del comité de damas de varias compañías de bomberos. No apoya en el área administrativa pero sí en el área social. “Se nace bombero, y hasta que Dios te lo permita se deja de ser bombero», sentencia, segura y orgullosa.