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Escribe: Freddy Peceros
Con más de 1.3 millones de casos y una cifra superior a los 75 mil fallecidos, el coronavirus Covid 19, declarado pandemia por la OMS el 11 de marzo, ha iniciado una crisis mundial sin precedentes en la historia moderna. Sin embargo, pesar de ello, esta enfermedad aún está muy lejos de ser considerada una de las peores de la historia.
A continuación haremos un breve recuento por aquellas enfermedades que azotaron a la humanidad provocando la muerte de millones de personas.
El VIH Sida (1981-actualidad)
A inicios de la década de los 80, en Estados Unidos, se identificaron los primeros casos del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el cual provoca el sida en las etapas más avanzadas de la infección. Ha pasado cuatro décadas desde su aparición y se estima que esta enfermedad ha causado la muerte alrededor de 39 millones de personas en el mundo.
La causa de su origen aún no es clara, según la la Enciclopedia Británica. No obstante, la teoría con más fuerza recae en que dicha enfermedad está ligada al SIV (virus de inmunodeficiencia en simios) encontrado en chimpancés y gorilas de África central, aunque sigue siendo un misterio cómo este virus llegó a los humanos.
Actualmente, 36.9 millones de personas viven con esta enfermedad, según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida. Aún no se conoce una cura para esta enfermedad pero se ha desarrollado un tratamiento antirretroviral que permite permite mantener el virus controlado y prevenir la transmisión a otras personas. Existen dos casos de personas que se curaron a través de un tratamiento con células madre pero los expertos alertan que se trata de un procedimiento muy arriesgado y no puede realizarse de forma masiva. Aunque las personas que tienen acceso al tratamiento para la enfermedad aumenta cada año también lo hace el número de infectados.
La gripe española (1918-1919)
En 1918, el primer brote de la influenza H1N1 se convirtió en una de las pandemias más letales de la historia. Se estima que alrededor de 500 millones de personas sufrieron de esta enfermedad, lo que representaba el 27% de la población mundial. La enfermedad tuvo un índice de mortalidad superior a lo habitual causando la muerte de entre 40 y 50 millones de personas.
A pesar de ser conocida como la gripe Española, el origen de la enfermedad no se dio en el país ibérico. Algunos algunos investigadores aseguran que la epidemia empezó en Francia en 1916 o en China en 1917. No obstante, otros estudios sitúan los primeros casos en la base militar de Fort Riley en California.
La razón por la que la enfermedad es conocida como española se debe a que debido a la primera guerra mundial, los gobiernos de Alemania, el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos censuran sus reportes sobre infectados y fallecidos. España era un país neutral y a diferencia de los países en conflicto, no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias.
La viruela (1520)
Es una de las enfermedades con mayor mortalidad de la historia, y también la única que ha sido erradicada con la vacunación. Se especula que tuvo su origen alrededor del año 10 mil antes de Cristo y afectó a la humanidad en una serie de epidemias sucesivas que devastaron la población.
Uno de los brotes de viruela más importantes se dió en el año 430 cuando acabó con el 20% de la población de Atenas, un hecho histórico que presenció y fue narrado por el historiador Tucídides. No obstante, el que podría ser el brote de viruela más letal para un grupo humano se dió con la conquista de América. Los habitantes del nuevo mundo no conocían la enfermedad, por lo tanto no estaban preparados inmunológicamente para ella, lo que desencadenó un colapso demográfico en América, matando aproximadamente 56 millones de personas, el 90% de la población americana.
La viruela apareció en América en el 520 durante el sitio de Tenochtitlán, capital del Imperio Azteca, provocando además la muerte del líder Cuitláhuac. El Tahuantinsuyo también fue devastado por la enfermedad. El emperador Huayna Capac murió a causa de ella, lo que provocó la guerra civil previa a la conquista española y causó un desastre demográfico en el imperio, que pasó de tener una población de 14 millones de habitantes a 1.5 millones.
La peste negra (1347-1351)
La que probablemente es la epidemia más conocida, también fue la más mortífera, alrededor de los 200 millones de fallecidos, y con el mayor impacto de la historia. Posiblemente tuvo su origen en Asia Central (probablemente en el sudeste de Kazajstán) y de allí se expandió hacia China y Europa, llegando a la península de Crimea (disputada por Rusia y Ucrania) a través de la ruta de la seda en los primeros años de la década de 1340.
Se cree que la enfermedad se transmitió por toda Europa utilizando como medio de transporte los barcos mercantes y las pulgas de las ratas negras que viajaban en ellos.Sin embargo, puede ser que el origen radique en mamíferos como la marmota y el jerbo, que en esos tiempos estaban tan extendidos que eran constantes en los viajes de Marco polo, quien llamó a la primera “ratones del faraón”.
Las primeras ciudades con grandes brotes de enfermedad fueron Mesina, ubicada al nordeste de Sicilia (Italia), y Florencia, donde solo un quinto de su población sobrevivió. Las estimaciones más optimistas sostienen que la peste habría matado al 30% de la población europea, aunque otras sostienen que la cifra de muertos podría llegar al 60% de la población. Tal fue el impacto de esta epidemia que Europa recuperó su población original 200 años después de la peste.
La plaga de Justiniano (541-542)
En el año 542, la ciudad de Constantinopla (actual Estambul), capital del Imperio Romano de Oriente, sufrió uno plaga que acabó con la vida de entre 30 y 50 millones de personas, entre el 13 y el 26% de la población en el siglo VI, en los dos siglos posteriores a su aparición.
Durante años, no se supo que enfermedad azotó Europa durante este periodo de tiempo. Sin embargo, investigaciones recientes llegan a la conclusión que se trató de la misma plaga bubónica relacionada con las infecciones de la peste negra en la edad media. Dicha enfermedad habría llegado a Constantinopla mediante las ratas que llegaban en los barcos mercantes provenientes de distintos rincones de Eurasia, portadoras de pulgas infectadas.
Se le conoce como la plaga o peste de Justiniano ya que el emperador Justiniano I, quien gobernó desde el 527 al 565, también contrajo la enfermedad aunque logró sobrevivir a ella.