Los eventos sociales han sido totalmente prohibidos a nivel nacional, pese a esto las personas siguen acudiendo a celebraciones que desafían el orden y la salud pública.
Foto: Pixabay / Edición: Isabella Alva
Escribe: Isabella Alva
En las últimas semanas las cifras de muertes a causa del COVID-19 ha superado los 629 961 casos, de los cuales 1 519 se encuentran con ventilación mecánica y en estado crítico, indica el Ministerio de Salud. Sin embargo, más allá de la responsabilidad que se les atribuye a los gobernantes del país, la irresponsabilidad y la falta de empatía por parte de la población peruana ha provocado que la curva siga en ascenso diario. El aislamiento social obligatorio -dado por el Estado- ha quedado rezagado.
Se estableció que cualquier fiesta, reunión o lugar con afluencia de personas eran posibles focos de contagio. Por motivo, para evitar que las personas se sumergieran en lugares de ocio, se estableció un toque de queda -según Decreto Supremo N°146-2020 desde las 10:00 pm y 4:00 am. y los domingos la inmovilización será todo el día. Sin embargo, en los últimos días, la existencia de fiestas clandestinas ha ocasionado que esta epidemia se siga propagando dentro del país.
La existencia de las ‘’Fiestas Covid’’ en pleno estado de emergencia causan indignación para gran parte de la población. Mientras gente muere en camas UCI, otras personas prefieren ir a discotecas ilegales o asistir a quinceañeros y cumpleaños. Hace unos días, las autoridades intervinieron una fiesta en Chincha que era trasmitida por redes sociales para alegría y diversión de los asistentes. Esto no fue ajeno a la capital, ya que cumpleaños, velorios y bodas se han celebrado sin importar el latente riesgo. El pasado 22 de agosto una discoteca del distrito de Los Olivos fue intervenida con cerca de 120 personas. Lamentablemente terminó en tragedia, pues 13 asistentes resultaron muertos debido a la aglomeración por intentar escapar de la policía.
En lo que va del año se han intervenido 320 fiestas y 1400 detenidos, entre ellos muchas personas menores de edad, según portal oficial de la policía nacional. Así como existen detenciones y sanciones económicas desde los 86 hasta los 430 soles, según Decreto Legislativo N°1458 dado por El poder Ejecutivo, éstas parecen no ser suficientes. Los meses de cuarentena han afectado no solo económicamente a la población, sino también de manera psicológica, ocasionando que las personas sufran de depresión y estrés. Estos serían factores muy importantes en cuanto a la asistencia de personas a fiestas y al incumplimiento de medidas restrictivas.
De acuerdo con la psicóloga Gladys Vilca Montalvo, ‘’estamos frente a un grupo de personas que han olvidado o no han desarrollado el valor del esfuerzo colectivo, dando paso a una conducta individualista. Es decir, es más relevante para ellos satisfacer sus propias necesidades, considerando que la ley y las normas son menos importantes que la libertad individual’’.
Como se mencionó la aparición de trastornos se ha vuelto común debido al confinamiento. Las personas se han visto interrumpidas en sus quehaceres diarios, existen problemas laborales como despidos de trabajo, reducción de salario y en muchos casos la perdida de algún familiar o amigo. Cambios para los cuales la mayoría de las personas no estaban preparadas. Son tiempos difíciles para todos, si este es el caso de alguna persona se debe buscar ayuda, y no sumergirse en situaciones que podrían poner en peligro la vida de uno mismo y la de sus seres queridos.
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