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La realidad de los penales desde la perspectiva de sus trabajadores.
Escribe: Alejandra Camones
El covid – 19 se ha convertido en un enemigo silencioso dentro de los establecimientos penitenciarios en nuestro país. La falta de personal de salud y medicamentos, la renuncia del presidente del Consejo Nacional Penitenciario del INPE y la desesperación de los presos y familiares son los principales factores que hacen de esta situación una bomba a punto de explotar.
Raquel Fuentes y Norma Yoplac, trabajadoras del INPE, nos cuentan desde su experiencia la realidad que se atraviesa dentro de los penales en el interior del país.
Por un lado, Raquel, quien labora en el penal de Ayacucho, asegura que teme por su vida y la de sus dos pequeños hijos ya que parte de su trabajo es permanecer en contacto directo con los reos, lo cual la podría contagiar en cualquier momento. Por el momento no cuentan con materiales básico de protección como son las mascarillas y los guantes, tampoco han recibido materiales de limpieza y desinfección.
Por otro lado, Norma comenta que, en Huancas, Chachapoyas, la situación no es menos preocupante. A pesar de no tener contagiados, ella afirma que, si los reos o personal llegan a enfermarse, no habría manera de controlar el virus. El penal carece de personal médico y de medicamentos. Además, la gran cantidad de adultos mayores y mujeres con niños solo empeoraría la situación.
Encuentra este y otros temas de actualidad en la edición número 84 de Punto Seguido.