¿Sabías que la ausencia de la presencialidad puede afectar el desarrollo emocional en la educación inicial? En la siguiente nota, te explicamos cómo la virtualidad ha impactado en la enseñanza de los niños.
Escribe: Esther Aguilar
Tras el cambio de gobierno, la iniciativa de la vuelta a clases de manera presencial se ha ido consolidando con el transcurso del 2021. El 15 de septiembre, el Minedu inició su proyecto piloto en 16 colegios de Lima a través de una modalidad semipresencial, bajo estrictos protocolos que eviten los contagios y la propagación del coronavirus. Su principal objetivo es reiniciar las clases progresivamente a la normalidad y reducir las brechas educativas digitales.
La crisis educativa
En el 2020, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 168 millones de estudiantes interrumpieron sus estudios por el cierre de las escuelas de todo el mundo debido a la pandemia por la COVID-19. En nuestro país, según el Ministerio de educación, 300,000 alumnos desertaron del ciclo escolar 2020, una cifra equivalente al 15% de la matrícula nacional. Debido a estas alarmantes cifras, organismos internacionales han insistido a los gobiernos en todo el mundo la reapertura de los colegios para evitar que el futuro de los niños se vea comprometido.
Por ello, se ha instado que los gobiernos intensifiquen la lucha contra la pandemia, proponiendo medidas de contingencia para evitar la deserción escolar y acelerando el proceso de vacunación. En Latinoamérica, según el último reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Uruguay, Costa Rica y Nicaragua han reanudado sus clases de manera 100% presencial. Mientras que en Chile, Colombia y Argentina se mantiene en una fase avanzada de una modalidad semipresencial.
El ansiado regreso a clases
Durante estos últimos meses, la demanda del regreso a clases se ha intensificado debido a los reclamos e insistencias de padres, docentes y organizaciones para extender el proyecto de semi presencialidad que, según el Ministerio de Educación, ya iniciado en las 4 mil 818 instituciones educativas ubicadas en su mayoría en zonas rurales. Su motivación fue la de mitigar la afectación cognitiva y en la salud mental que, según un estudio del Ministerio de Salud (Minsa) y de la Unicef, sufren más del 30 % de niños y adolescentes en nuestro país.
Frente a esta demanda, el Minedu inició un proyecto piloto con la UGEL 7 en 16 colegios, de los cuales 15 son instituciones privadas y 1 estatal. Estos centros educativos se encuentran ubicados en 7 distritos de Lima Metropolitana: Surco, San Luis, San Borja, Surquillo, Miraflores, Barranco y Chorrillos y congregan un total de 13.371 estudiantes de los niveles inicial, primaria y secundaria. De esta forma, se busca evitar que la educación de los niños se siga viendo perjudicada.
La importancia de la presencialidad
La vuelta a clases en esta normalidad ha puesto en discusión la importancia de la presencialidad para la educación. El principal motivo es que esta modalidad permite una enseñanza más humana y con menos distractores tecnológicos. Esto se debe a que los estudiantes en este nivel empiezan a formarse y fortalecer sus habilidades sociales, físicas y cognitivas. Los especialistas mencionan que durante los primeros 4, 5 o 6 años de la persona, los cerebros se encuentran en un periodo de desarrollo muy importante y la virtualidad puede vulnerar este mismo.
Sin duda, las clases online han sido una herramienta muy importante para la continuidad escolar. Sin embargo, las distintas modalidades bajas las que desarrolla, ya sea a través de una videollamada o por videos, no ha asegurado que el niño aprenda o se desarrolle como lo venía haciendo en la anterior normalidad. “Para los niños va a ser muy complicado su regreso al contacto social. Debido al propio aislamiento evidencian regresiones a etapas más infantiles, altos niveles de inseguridad, de ansiedad y de estrés. La virtualidad no ha garantizado una educación humanizada y las consecuencias de ellos se verán en los estudios futuros”, comenta Belisa Orellana, psicóloga Gestalt y educativa. Definitivamente la educación en este nivel significa un reto más del resultado de la pandemia.
Por el momento, este nuevo proyecto de la semi presencialidad está empezando a tener sus primeros resultados. Sin embargo, a pesar de que la pandemia aún no se termina, los protocolos de seguridad permiten que los niños tengan una mejor educación y de manera segura. La virtualidad ha fallado, pero por lo menos esta iniciativa permite que más estudiantes puedan tener un mejor futuro.