Las clínicas privadas lucran al cobrar sumas excesivas por pruebas moleculares procesadas de manera gratuita por el INS.
Ante un sistema sanitario colapsado, se ha hecho evidente los negocios irregulares en diversas clínicas particulares. Uno de ellos son los cobros indebidos y excesivos sobre las pruebas moleculares de descarte de covid-19. El pasado 4 de Junio, en una conferencia de prensa, el Jefe de Estado señaló que se investigará los cobros indebidos y se sancionará a estas clínicas. Sin embargo, el panorama después de esto no parece haber cambiado mucho en algunas regiones del país.
Escribe: Katherine Valentín
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Hasta hace un mes y medio atrás, el Instituto Nacional de Salud (INS) era la única entidad encargada de realizar los exámenes de descarte de covid-19. No obstante, y ante el incremento y la necesidad de muchos peruanos por realizarse los diagnósticos, la situación cambió. La Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) autorizó la importación y comercialización de pruebas rápidas y moleculares en clínicas y laboratorios privados. Con esta medida se pensó que los efectos serían positivos para la población, puesto que podían acceder a un abanico de opciones a la hora de realizarse un test, al mismo tiempo serviría para aliviar un poco la carga EsSalud. Sin embargo, ahora sabemos que dichas clínicas y laboratorios venían lucrando con la salud de las personas, cobrando excesivas cantidades de dinero para acceder a una prueba.
Frente a este panorama, la última semana el presidente de la República Martín Vizcarra, en una conferencia de prensa, afirmó que se intervendrá y sancionará a las instituciones que sigan realizando cobros indebidos de hasta 700 soles en algunos casos, para el descarte de una prueba molecular. Del otro lado, la respuesta emitida por parte de la Asociación de Clínicas Particulares del Perú (ACP) fue inmediata. Ellos aseguran que los cobros realizados a los pacientes no representaban los gastos de análisis de la prueba, sino el monto de los adicionales que se generan para el procedimiento de esta, como por ejemplo los honorarios del personal sanitario, sus equipos de protección y el traslado hacia el INS.
EL GRAN NEGOCIO CONTINÚA
El miércoles 10 de Junio, David, después de no haber recibido la atención prometida por el Minsa, acudió desesperado con los síntomas del coronavirus a la clínica Delgado para realizarse el examen. La clínica le cobraba 569 soles y por la urgencia de su condición médica no tuvo más opción que pagar. En el voucher se detalla lo siguiente: 249.99 por honorarios de consulta, 160.00 por la prueba de hisopado y 160.00 por la prueba rápida. Cifras extremas que no hacen más que reflejar un abuso de estas empresas en estos casos de emergencia, aun sabiendo que los 569.00 soles no representan ni el 20% de los que ellos gastan.
Este panorama no solo se ve reflejado en la capital, sino también en otras regiones, tal es el caso de Arequipa y Juliaca. El 14 de este mes, un joven arequipeño reportó por medio de sus redes sociales que su madre asistió a la clínica San Pablo para realizarse una prueba molecular y el costo de esta era excesivo. Pero, eso no es todo, la clínica ubicada en el distrito de Cerro Colorado además de cobrar 404 soles solicitaba a los pacientes utilizar mascarillas, guantes y protectores faciales que al parecer, según indica la denuncia, son vendidos en la farmacia de la clínica. Sin embargo, ese no es el único reporte relacionado al tema. En la ciudad de Juliaca, las clínicas particulares continúan burlándose respecto a los precios y las medidas de seguridad para realizar este examen. Es por ello que en la última semana Diresa ha notificado a distintas clínicas, entre ellas: Americana y Los Ángeles.
Mientras cientos de pacientes de escasos recursos esperan en los hospitales públicos una respuesta para ser atendidos, otros tienen que gastar de sus propios bolsillos. El verdadero problema radica en que el Minsa no se da abasto para realizarlas. De ahí que las empresas privadas aseguradoras de servicio sanitario, continúan aprovechando esta situación. No solo han incrementado los costos de los exámenes, sino también lo concerniente a los tratamientos e internamientos de cada persona infectada. Esto refleja la amplia desigualdad de un país que intenta sobrellevar la pandemia.