Cartel en Belgrado pagado por un periódico dice «gracias, hermano Xi» (Foto: BBC).
El gobierno de Xi Jinping busca posicionar mejor a su país luego de la pandemia del covid-19.
Escribe: Luis Maraví
Mascarillas. La escasez y la alta demanda las han convertido en el objeto más valorado en la “Era del coronavirus” y el gobierno de Xi Jinping lo ha sabido aprovechar muy bien. China ha logrado seguir extendiendo su influencia al rededor del mundo, gracias a la ayuda que viene ofreciéndole a países europeos, asiáticos y americanos. Sí, también al Perú. Esto se debe a que son la única nación con la capacidad de producción necesaria para atender la demanda global.
La Organización Mundial de la Salud recomendó el uso de cubre bocas y advirtió que su escasez pone en riesgo a los médicos. Una situación que ningún Estado puede permitir. Debido a ello, hay quienes señalan que los implementos sanitarios se han convertido en la última arma del llamado “poder blando”, para China. La organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos, Human Rights Watch, acusó al gobierno de Xi Jinping de buscar propaganda y favores políticos, debido a la ayuda que ofrece.
“Los funcionarios chinos y su maquinaria están trabajando duro en todo el mundo tratando de pintar al gobierno chino como la solución del problema en lugar de los orígenes de él”, señaló Sophie Richardson, directora para China de Human Rights Watch. Por su parte, The Wall Street Journal también imputó a la potencia asiática de brindar donaciones a los países más golpeados, como Italia, y encargándose de generar propaganda en torno a ello.
No obstante, la ayuda que brinda China es de suma importancia para los países que la reciben, debido a su experiencia con el covid-19 y su capacidad de producir implementos sanitarios. En Estados como Serbia, incluso el presidente besó la bandera asiática en agradecimiento. Además, colocó vallas publicitarias con el mensaje “Gracias, hermano Xi”. Sí, tal y como se ve en la foto.