Uno de los principales monumentos y atractivos turísticos de los años 20 sigue vigente al público que quiera conocer su historia y anécdotas.
Redacción y video por: Alejandra Canchanya
Ubicado en pleno centro histórico, entre las avenidas Nicolás de Piérola y Jirón de la Unión frente a la plaza San Martín, está el imponente edificio de seis pisos conocido como el Gran Hotel Bolívar. Uno de los edificios más tradicionales de Lima que albergó a través de los años a distintas personalidades y que su estilo clásico nos remonta a aquella época en que fue construida.
Icono histórico
Inaugurada en el año 1924, la arquitectura magistral del Hotel Bolívar se observa en la elegancia de sus alfombras y muebles, candelabros de tamaño colosal y espejos que son parte un diseño de estilo neocolonial y que fue concebido por el arquitecto Rafael Marquina, quien también tiene entre sus obras el Puericultorio Pérez Araníbar, el Hospital Arzobispo Loayza, y el conjunto arquitectónico de la Plaza San Martín.
Sus pasillos y salones han sido testigos de episodios anecdóticos como la expulsión de los músicos de The Rolling Stones por mala conducta. Y han recibido la visita de presidentes como Richard Nixon, Charles de Gaulle y escritores destacados como Ernest Hemingway y William Faulkner. Todos están inscritos en el “libro de oro” del hotel, el cual guarda una mística impresionante que solo se ha podido cultivar a lo largo de sus 93 años.
Una Catedral para Hollywood
No se puede hablar del Hotel Bolívar si uno no ha probado su más reconocido cóctel llamado “Catedral”. Emblemático pisco sour servido en un gran copa que se ha ganado el reconocimiento por su fuerte efecto en quien lo prueba. La historia delata esto con la reconocida actriz Ava Gardner. Según información del propio hotel, la celebridad se dejó llevar por el encanto de la bebida peruana y descalza ofreció un baile que deleitó a todos los presentes.
E director de cine y actor estadounidense, Orson Welles, cayó rendido. El periodista Alfonso Tealdo dijo que tomaba tantos piscos sours como si fueran vasos de agua en una sola noche. «¡Pisco Sour!», gritaba y le traían una copa más. Así hasta que terminó cruzando la Plaza San Martín sumergiéndose entre Lima y su gente.
El imponente trago está 35 soles y puede ser disfrutado por cualquier visitante que desee viajar en el tiempo y retroceder a los años 20. Aquí se encuentra también uno de los dos primeros ascensores que se instalaron en el Perú e incluso se puede observar en el lobby un automóvil Ford T20, signo de la modernidad que el país comenzaba a vivir.