Envases de tecnopor son reemplazados por los biodegradables, que tan solo demoran 180 días en descomponerse y no son dañinos para la salud.
Redacción: Jhoana Morán
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La Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos del Congreso de la República aprobó el 10 de junio por mayoría la ley que regula el empleo del plástico de un solo uso y de los recipientes o envases descartables, con el objetivo de proteger el ecosistema marino y la salud de los habitantes de nuestro planeta.
Sin embargo, un problema que está comenzando a formar parte de esta gran fila de productos contaminantes son los envases de tecnopor. Estos tardan alrededor de 500 años en degradarse y son perjudiciales para el medio ambiente. Eso sin mencionar que varias toneladas terminan en la basura sin poder reciclarse y llegan al mar, donde un animal puede contaminarse solo con morderlo, debido a las sustancias químicas que los envases poseen.
Pero, ahora existe en el mercado un innovador y ecológico producto que ayuda a cuidar el medio ambiente. Estos son los tapers hechos a base del bagazo de la caña de azúcar. Eso se limpia, se lava, se eleva a temperaturas muy altas y se vuelven como bobinas de papel, para luego pasar por un proceso de termoformado donde le dan forma de tapers a estos envases.
Lamentablemente, nuestro país no cuenta con una planta de producción para crear estos envases biodegradables. Sin embargo, Qapac Runa es una innovadora empresa peruana que se dedica a importarlos desde Asia y, aunque es un producto novedoso en nuestro país, ya cuenta con más de 200 clientes que se suman a esta nueva iniciativa de cuidar el medio ambiente.
“La diferencia es en cuanto al precio, obviamente estamos bajando los costos lo más que se pueda. Por ejemplo, si un taper en tecnopor cuesta 0,35 céntimos, el nuestro está entre 0,70 y 0,80 céntimos. Es un precio accesible y te cuesta menos que un chocolate o una galleta”, explica Rayda Romero, fundadora de Qapac Runa.
Además, la salud no tiene precio y este envase no es dañino para las personas, pues no está elaborado con productos químicos. De esta manera, si un animal lo muerde, no le pasaría nada. Por otro lado, puede someterse a altas temperaturas en el microondas, ya que la comida no se va a quemar o contaminar.