Como seres humanos, estamos constantemente sometidos a cambios. Cambian los horarios, los planes, las apariencias, la salud, los sentimientos, los gustos, la vida; y el fútbol, no hace excepción a esto. Cambian las reglas, los equipos, la calidad de las jugadas, la vestimenta, los directivos, y hasta los hinchas. Pero los que también cambian son los jugadores. Muchas veces, tiene que ver con lo que ocurre a lo largo de su formación, en la que se pueden presentar logros, trabas o caídas, que pueden determinar su futuro deportivo y cómo este podría continuar su carrera y tomar decisiones, no siempre adecuadas.
Escriben: Camila Bonetto, José Manuel Figueroa, Lorenzo Pérez, Cristian Guzmán y Nicolás Calderón
La historia del fútbol peruano tiene más de promesas que de realidades. Una de estas promesas es Jean Carlos Francisco Deza Sánchez. ¿Por qué no se convirtió en realidad? Adelantamos que tiene que ver con un problema de adaptación a los cambios de vida cotidianos que el fútbol le propuso.
INICIO Y LA SELECCIÓN SUB-20 DE AHMED
Formado en las canteras de Cantolao, llegó a entrenar con diferentes equipos como Lanús, Boca Juniors y el Friburgo de Alemania. Debutando oficialmente en el MŠK Žilina de Eslovaquia. Luego de un tiempo, los medios de comunicación se encargaron de promocionar a un joven delantero que jugaba por la banda izquierda y que militaba en el “Viejo Continente” buscando oportunidades de llegar a un nivel sumamente alto en su carrera. Lo presentaban como un jugador de ciertas características de juego y con potencial de un deportista en formación, por lo cual hablaban de una promesa del fútbol peruano. Una vez más creíamos que habría un “crack” en nuestras filas, que podría llegar a ser diferente y clave en el terreno de juego.
“(…) “el esfuerzo” es la variable que define que un jugador llegue o no. Es la creencia democratizadora, la que los ubica a todos en la misma posición y niega los otros capitales sobre todo el económico, social y simbólico que permanentemente se ponen en juego.” (p.84)
Tal como señala la cita de Czescli y Murzi, incluida en el artículo “Promesa de crack”, el esfuerzo de ser reconocido por su país fue de gran ayuda para comprender a mayor profundidad la trayectoria de Jean Deza en el extranjero y las características de juego que pudo brindar a su equipo. Gracias a su esfuerzo en los partidos con su equipo internacional, Jean sería uno de los convocados para disputar el Sudamericano Sub-20 de Chile en el 2013. Y es que “El fútbol es un deporte colectivo y el éxito de un equipo depende de la unión de todos los miembros. “Un equipo de fútbol con desavenencias está destinado a la derrota”. (p. 213). Reforzando la idea de que aquel plantel del argentino Daniel Ahmed fue el “trampolín a la fama” de varios jóvenes, al día de hoy mantienen un rendimiento satisfactorio en sus equipos, permitiéndoles ser parte de la renovada selección mayor de Ricardo Gareca.
SU PASO POR FRANCIA
Si hay que señalar un momento clave de la prometedora carrera que Jean Deza pudo tener en el exterior, se tiene que hacer una mención especial al principal club que apostó por su talento desde un inicio: el Montpellier Hérault SC de Francia.
En septiembre del 2013, con tan solo 20 años, Jean Deza se iría a préstamo a un club de la Ligue 1, la máxima división de Francia. Como era de esperarse, los medios peruanos y extranjeros acapararon portadas al tratarse del fichaje de un prometedor y talentoso jugador que, en ese momento, ya tenía un valor aproximado de 150 mil euros en el mercado. En Montpellier, Deza jugó 24 partidos en tres temporadas (2013-14, 2014-15 y 2015-16) y apenas convirtió un gol por la liga de Francia. Dicha conquista fue ante el Lorient en el empate 4-4, donde además brindó una asistencia. A la pregunta de por qué un jugador presente en tres temporadas no llegó a completar ni 25 partidos jugados la respuesta es la siguiente: la irregularidad. No tan solo en lo futbolístico, sino también en lo personal.
Es así como el 2 de diciembre de 2015 jugaría 11 minutos en lo que sería su último partido con el equipo francés que cayó por 0-2 ante el Ajaccio. Luego con la llegada del técnico Frederic Hantz, el futbolista peruano se perdería del equipo y estaría más de cuatro meses sin jugar, suceso que marcaría el fin de su etapa en el Montpellier. En mayo del 2016 se rompería el vínculo contractual con el último y quizás único equipo importante del exterior que apostó por su juego.
PROFESIONALISMO Y FORTALEZA MENTAL
Observando y comparando con algunos de los futbolistas de su misma generación, nos damos cuenta que Yordy Reyna y Cristian Benavente, por ejemplo, se mantuvieron en un nivel aceptable en el fútbol exterior y ni qué decir de Edison Flores, quien también compartió vestuario y ahora es una pieza clave para la selección absoluta. Deza, en cambio, solo ha sido protagonista en portadas de diarios “chichas” y programas de entretenimiento.
Pero, ¿por qué se produjo este escenario solo para Jean Deza?. Brandão, M., Valdés, H., Machado, A. & Ramires, A. (2006), en el artículo «Percepción del estrés competitivo y cultura en futbolistas profesionales de Brasil y Portugal», afirman
“(…) cuando una persona entra en contacto con culturas no familiares, o sea, el contacto entre personas culturalmente diversas puede ser aversivo y causar un choque cultural, generando ansiedad, miedo y minando la seguridad personal, lo que trae como consecuencia una menor efectividad en su vida personal y profesional.” (p.214)
Varias veces hemos escuchado frases como “extraño la comida” o “extraño a los familiares”. Pero estos limitantes no son solo contemporáneos, basta con recordar al histórico goleador Valeriano López. El “Tanque de Casma” llegó a ser pretendido por el Real Madrid, pero rechazó su oferta. La razón fue porque no quería alejarse de su familia. Dado esto, solo se tuvo que conformar con ser solo ídolo del Deportivo Cali y no del cuadro “merengue”. Caso similar podría decirse de Jean Deza: de poder haber sido un referente con la selección peruana, ahora solo tiene que conformarse con ser ídolo de equipos nacionales como el Deportivo Binacional de Juliaca.
HISTORIAL DE DENUNCIAS
Si hay algún dato estadístico en lo que se podría destacar a Deza es el de la cantidad de denuncias que tiene en su historial. Estas denuncias tienen en común la violencia física y psicológica a las que somete a sus presuntas parejas.
A inicios del año 2015, una señorita de nombre Kleysi Rossi salía frente a las cámaras de televisión a difundir una denuncia por violencia doméstica afirmando que le había pegado con patadas y puñetes estando ebrio, además, que intentó amenazarla con un cuchillo si ponía una denuncia. A este grave hecho se sumaba el que debía entrenar muy temprano al día siguiente. Al cabo de dos meses, nuevamente la misma señorita, esta vez en estado de gestación, denunció una vez más que fue violentada por el propio Deza. En agosto del mismo año, Jean fue detenido en el aeropuerto por las denuncias que tenía, impidiéndole así poder salir del país y retornar a su club en Francia. Tras el fallo del juzgado, este condenó al jugador a cuarenta jornadas de prestación de servicios comunitarios y el pago de quinientos nuevos soles por la reparación civil. Luego de ello, salió frente a las cámaras mostrándose arrepentido y pidiendo disculpas por su comportamiento violento.
Sin embargo, en diciembre del mismo año, una joven anfitriona, de nombre Hillary Arizaga, salía en televisión nacional exigiéndole a Deza el reconocimiento y los derechos que le corresponden a su menor hijo que acababa de nacer. Al cabo de cuatro años, el jugador volvería a aparecer en los rastros policiales por la violencia a su, por ese entonces, conviviente Andrea Castillo, la cual afirmaba que fue víctima de violencia desmedida mediante golpes, patadas y maltrato psicológico durante la relación. El incremento de los celos desmedidos del jugador de fútbol generó a la señorita Castillo la propiciación de golpes e insultos por “su condición de mujer”. El psicólogo deportivo Jordi Titos Alcalde afirma que:
“En el ámbito deportivo, deben trabajar siempre al 100% tanto en los entrenamientos como en los partidos. El futbolista debe demostrar siempre que es un auténtico profesional, y cumplir con las que, al fin y al cabo, son sus obligaciones. Estas dependen única y exclusivamente de él y por lo tanto, lo debe ofrecer siempre. Cuando nos referimos al ámbito extradeportivo, centramos nuestra atención en la dieta, el descanso, etc.
Con ello, podemos decir que un deportista de alto rendimiento como lo es Deza, debe ser un profesional “dentro y fuera del campo”. Pero, cuando estos profesionales llegan al primer nivel, los clubes parecen no darse cuenta de que hubo problemas en el proceso formativo. Estas decisiones han representado una de las mayores debilidades del atleta con relación a su carrera deportiva.
CONCLUSIONES
A partir de lo expuesto podemos afirmar que la situación social que acompaña al jugador tiene gran influencia en su desarrollo profesional, contemplando que el deportista se ve expuesto a muchos factores que distraen su desenvolvimiento futbolístico, como son el entorno, las redes sociales, la fama, la presión de la prensa deportiva, la farándula, las marcas, y los negocios, que buscan descentrar el objetivo principal al que busca llegar en su crecimiento deportivo.
En el Perú, factores como estos llegan a derribar las aspiraciones de muchos jóvenes con grandes talentos, que son vulnerables debido a su debilidad mental y a la ausencia de un oportuno trabajo que les permita adaptarse e integrarse, lo que acaba con sus aspiraciones futuras y con el camino hacia estas. Consideramos que la disciplina y la responsabilidad son factores claves en la formación de deportistas, siendo que las conductas que éstas crean, conducen al futbolista a un mejor desarrollo, en el que logra cumplir con los objetivos que él mismo se ha trazado.
En este aspecto, consideramos que es indispensable que en la formación de los jugadores jóvenes deben de establecerse medidas y formas de trabajo que potencien la creación de valores que no únicamente incentiven su progreso deportivo sino también el personal, aquel que le permita crear y desarrollar valores y estrategias que conduzcan a un correcto desenvolvimiento profesional. Por este motivo es que creemos que, además de la decisión que debe de tomar cada futbolista al iniciar su carrera, partiendo de la predisposición y la entrega constante, se le debe ayudar buscando alejarlos de los patrones de conducta que puedan generar un riesgo en su desenvolvimiento, y encaminándolos a una conducta responsable, que les permita llevar a cabo su carrera, cumpliendo los objetivos que se han propuesto.